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Nota: posible narración de escenas que podrían herir la sensibilidad del lector, se recomienda discreción.

Kiyomasa y otros más estaban ya preparados para el motín, todos los reclutados de Kisaki tenían una cosa en común, cada uno de ellos anhelaba con toda el alma ver la caída de ToMan y contemplar la derrota final de Mikey

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Kiyomasa y otros más estaban ya preparados para el motín, todos los reclutados de Kisaki tenían una cosa en común, cada uno de ellos anhelaba con toda el alma ver la caída de ToMan y contemplar la derrota final de Mikey.

yo mismo le daré muerte a Draken — dijo Kyomasa con una sonrisa aterradora en su cara.

Finalmente todo estaba decidido, debían atacar hoy porque nunca tendrían una oportunidad perfecta como esta, ya que su líder estaba herido emocionalmente probablemente sea más fácil someterlo.

Kiyomasa afiló una vez más el cuchillo que le daría muerte a Draken, mientras observaba celosamente cómoda el antes mencionado caminaba por el barco sin prestarle mucha atención.
Draken estaba sumergido en sus propios asuntos como para percatarse de que estaba siendo acechado cuál presa acechada por un depredador, llegó un punto en el cual estaba con la guardia baja entonces Kiyomasa vió su oportunidad para acercarse.

Draken por su parte observaba la puerta que lo dividía del capitán, estaba muy preocupado por él desde la cena, y no era para menos, aún le costaba trabajo entender porque el tritón lo había atacado si días atrás parecía haberse ablandado ya acostumbrado a la presencia de todos.

debe estar en su naturaleza, no es del todo humano después de todo — murmuró para si mismo.

Al menos esa era la explicación que tenía más sentido en su mente, porque a sus ojos nada tenía sentido ni siquiera se le había cruzado la posibilidad de que estuviera siendo manipulado. Suspirando decidió que lo mejor era darle su espacio, rogando que mañana en la mañana estuviera mejor y que no cometiera una locura; está sería una noche larga en la que no dormiría por estar tan preocupado por su capitán y su bienestar. Al darse la vuelta se percató de la presencia de alguien más, al enfocar su vista notó que se trataba simplemente de Kiyomasa, uno de tantos hombres que se dedicaba a la limpieza del barco.

oye ¿Dónde has estado? El piso no se trapeará solo, ponte a trabajar y no seas holgazán — regañó el rubio alto, no estaba consciente del peligro.

Kiyomasa no reaccionó a sus órdenes y eso molestó a Draken, a tal punto que decidió acercarse de manera amenazante para intimidarlo.

¿No estás oyendo? Es una orden de tu superior, ponte a trabajar o sino... ¡Agh! — no pudo terminar de hablar cuando sintió un fuerte dolor en el abdomen, al bajar la mirada miró que el piso se teñía de rojo.

Draken levantó la vista y vió a Kiyomasa sonriendo de manera maniatica mientras sostenía un cuchillo, el cual estaba teñido de su sangre. En poco tiempo sintió en su boca el sabor metálico de la sangre y entonces, simplemente llegó un punto en el que sostenerse así mismo le costaba y cayó al suelo; Kiyomasa luchó contra sus propias ganas de no reír para no llamar la atención de Mikey todavía, al ver la escena simplemente alzó la mano mostrando el cuchillo ensangrentado dando así la señal de que el motín ha empezado.
Entonces más y más personas abordaron el barco principal, al menos los suficientes para someter al capitán, todos rodearon el cuerpo de Draken y las risas no se hicieron esperar.

Sin embargo la risas se apagaron a los pocos segundos al escuchar el sonido de pasos, la puerta del camarote se abrió revelando así a un Mikey conmocionado por lo que estaba ocurriendo.

Sin embargo la risas se apagaron a los pocos segundos al escuchar el sonido de pasos, la puerta del camarote se abrió revelando así a un Mikey conmocionado por lo que estaba ocurriendo

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Unos minutos antes del incidente, Mikey en la soledad de su camarote reflexionaba sobre lo que acababa de ocurrir. Le costaba mucho trabajo entender porque habían pasado las cosas así, nada de esto tenía sentido y no comprendía el cambio de actitud de Takemichi hacia Kisaki.

Tenía el corazón roto y el alma hecha pedazos, el dolor en su corazón todavía le seguía pareciendo más intenso que el dolor físico. Cuándo finalmente consiguió calmarse, se colocó el abrigo rojo para poder salir de su encierro y continuar consu noche como si nada de esto hubiera ocurrido, pero cuando su mano apenas tocaba el picaporte escucho una pequeña pelea del otro lado de la puerta.

Reconoció la voz de Draken, por lo visto le estaba dando órdenes a Kiyomasa, uno de los tantos hombres que reclutó ese mismo día que encontró a Kisaki en el bar. Durante todo el día Kiyomasa estuvo desaparecido casi todo el día, por consecuencia el piso estaba hecho un asco y era lógico el disgusto de Kenchin lo pusiera a trabajar apenas lo viera; no obstante, había algo diferente en esta pequeña discusión, no sabía por qué pero por alguna razón se sentía en tranquilo y el ambiente se volvía cada vez más pesado.
La tensión creció cuando escucho que depronto la voz de Kenchin se apagó de manera abrupta, escucho el sonido de algo pesado cayendo al piso pero creyendo que solamente era producto de su imaginación retrocedió un par de pasos.

No sabía bien lo que estaba ocurriendo detrás de la puerta, pero sabía que al abrirla no le gustaría lo que vería. Aún indeciso decidió escuchar un poco más, aún tenía una pequeña esperanza de que simplemente Kenchin estuviera observando trabajar a Kiyomasa en silencio, sin embargo ese pensamiento abandonó su mente cuando escucho el sonido de varios pasos caminando por el barco, y cuando escucho el sonido de risas fue entonces que ya había tenido suficiente de ignorar lo que claramente estaba ocurriendo. Preparándose mentalmente para lo que vería abrió la puerta, y tal y como lo había predicho encontró a Kenchin tirado en el piso desangrándose lentamente mientras varios de sus hombres solamente observaban con una sonrisa en sus labios.

Esto había sido demasiado para un sólo día, Mikey simplemente sintió como algo en su interior que ya estaba muy frágil terminó de romperse, y entonces el poco brillo que había en sus ojos desapareció, dejando pasar a una única emoción que a cada segundo se volvía más y más fuerte, el odio.

— ustedes... ¿Ustedes hicieron esto?... — preguntó Mikey, aunque la respuesta era bastante obvia, pero necesitaba escucharlo de sus propios labios.

Nota: *Deja una galleta y un vaso de lechita por el mal rato

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Nota: *Deja una galleta y un vaso de lechita por el mal rato.*  (>°-°)>🍪🥛

𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora