Mikey miró la herida que el tritón le había infligido, a pesar de su actitud hostil estaba fascinado con la criatura.
Takemichi por su parte seguía rechazando cualquier contacto físico con el rubio, aunque se pare frente a él sonriendo con esa inocencia falsa no lo engañaría, a su ojos él seguiría siendo un monstruo.Mientras Takemichi miraba con recelo al capitán, justo en ese momento la puerta de su camarote de abrió dejando ver un chico de cabellos rubios claros. El chico tenía dos cicatrices en ambos costados de su boca, era un misterio saber cómo se las había hecho porque él no era de los que hablaban mucho de su pasado.
El chico sonrío dulcemente y se atrevió a entrar con toda confianza al camarote de su capitán.— Mikey, me preguntaba si quisieras acompañarme a mí y a la muchachos a cenar. Te aparté un lugar — dijo con gran entusiasmo.
— hoy no quiero comer con ustedes Sanzu, me quedaré aquí. Solo tráeme la comida y pescado fresco, tengo que alimentar a mi tritón — dijo Mikey en respuesta.
— pero, siempre hemos comido juntos — replicó Sanzu después de haber recibido por primera vez una respuesta negativa.
— por esta vez no, y quisiera pasar tiempo con mi nueva adquisición si no te importa — respondió el más bajo.
Sanzu no insistió más y salió del camarote, cerró la puerta detrás suyo y se quedó contra ella un poco más, mientras meditaba lo que acababa de ocurrir. No había pasado ni una hora desde que ese tritón estaba a bordo y ya había acaparado la atención de su rey, la persona a quien juró proteger y seguir ciegamente.
— solamente es la emoción del momento — dijo para si mismo, su rey sólo estaba emocionado por su nuevo juguete, en cuanto le quite esa joya ya no habrá quien acapare su atención.
Además no faltaba mucho para la luna de sangre, cuando menos lo esperen tendrán en su poder la lagrima de la sirena y entonces el camino hacia el gran tesoro del capitán Keisuke será todo suyo y la tripulación de ToMan pasará a la historia. Será una nueva era para los piratas sin duda alguna.
— ¿Tienes hambre? Las sirenas comen pescado ¿Verdad? — Mikey sostenía unos peces pequeños en un balde de madera. Estaban tan frescos que aún se retorcían.
— (“No creas que con un par de pescados me vas a convencer de tu falsa bondad”) — dijo Takemichi mediante lenguaje de señas.
— vaya, te da tanto gusto que no paras de mover las manos — respondió Mikey alegre de verlo tan “animado”, según su propia lógica.
Mikey tomó a uno de los pececitos y se lo acercó sigilosamente al tritón, el cual se intentaba alejar, pero debido al espacio tan reducido quedó completamente acorralado.
— toma, cómetelo — insistió el rubio.
Takemichi no quería nada de él, pero estaba muy hambriento, no había comido nada desde que salió de Brahman. Le arrebató el pez y comenzó a devorarlo ante la mirada atenta del rubio.
— eres una criatura fascinante, quisiera que hubiera una manera de tomar esa gema y mantenerte con vida. No quiero matarte, podré ser muchas cosas pero un asesino no es una de ellas — suspiró con pesadez y dejó el resto de los peces cerca del tritón.
Takemichi dejó de comer para escuchar atentamente lo que decía él, aunque no comprendía del todo, por el tono de su voz se escuchaba un poco melancólico. Sus ojos azules se posaron en la imponente silueta del rubio, quien caminó hacia una de las ventanas para poder mirar hacia afuera en el mar.
Mikey al sentir la mirada fija del tritón se giró para sonreírle con gentileza.— es un poco tonto ¿No? Jamás en mi vida había visto a una sirena, en este caso a un tritón; había oído muchas cosas sobre ustedes, pero nunca pensé que el día que llegaría a encontrar a una de esas fascinantes criaturas me vería forzado a quitarle la vida — aunque no podía notarse a simple vista, Mikey temblaba de impotencia por la idea de lastimar a ese inocente tritón.
— t-triste...— murmuró Takemichi sin querer.
Cuando Mikey puso esa expresión de tristeza en su rostro, por alguna razón a su mente llegó el recuerdo de Senju, ella también tenía esa misma expresión en su rostro cuando hablaba de su vida en el castillo.
Mikey alcanzó a escuchar su voz, era algo torpe y parecía más un año esforzándose para decir sus primeras palabras.— sabía que podías hablar ¿Puedes hacerlo otra vez? ¿Puedes decir mi nombre? Mi verdadero nombre es Manjirou, Man-ji-rou — pidió con gran entusiasmo.
— M-M... Ma... Ti... ¿To? — sonaba gracioso, pero Takemichi realmente se estaba esforzando por hablar, aunque su esfuerzo hizo reír a carcajadas a Mikey.
Takemichi se ruborizó de vergüenza al verlo reírse de su esfuerzo, estaba tan molesto que se cruzó de brazos y decidió aplicarle la ley del hielo. Mikey estuvo a punto de decir algo, pero justo en ese momento alguien más entró al camarote, se trataba de Kisaki.
— capitán, estamos a punto de llegar a la isla de las brujas. Debemos prepararnos para desembarcar — Kisaki sonreía falsamente.
Takemichi reconoció esa persona al instante, los gruñidos no se hicieron esperar y de tan enfadado que estaba intentó salir de la caja de cristal para tratar de atacarlo, Manjirou percató del cambio repentino de humor de su tritón y arqueó una ceja.
— sí, prepárense para desembarcar, preparen el dinero y...— ni siquiera terminó de hablar cuando escuchó un estruendo a sus espaldas.
Kisaki y Mikey voltearon hacia el origen del sonido y vieron a la caja de cristal hecha pedazos, el agua estaba esparcida en el suelo y el tritón estaba sentado sobre una cama de afilados vidrios. Ambos jóvenes fueron testigos de como la cola de sirena se fue desvaneciendo hasta convertirse en un par de piernas humanas.
Takemichi estaba tan sorprendido como ellos, ni siquiera sabía que podían hacer eso.— ¡Increíble! — dijeron los dos al mismo tiempo.
El tritón intentó incorporarse como lo hacían ellos, sin embargo nunca antes había usado sus piernas por lo que estaban muy débiles y sólo consiguió resbalarse. Mikey por fortuna reaccionó y corrió por su chaqueta roja para colocarla en los hombros del tritón; después de hacer eso lo cargó en sus brazos luego de tranquilizarlo, o de otra manera no habría podido tocarlo. Por suerte los vidrios no habían conseguiría incrustarse en su cuerpo.
— tranquilo, no te haré daño — Mikey contempló embelesado como las escamas del tritón se habían ido, dando paso a una piel inmaculada y clara — ¡Kisaki, ve a conseguir algo de ropa! ¡Ahora!
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𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼
Fanfiction⚠️[UNIVERSO ALTERNO/PIRATAS/YAOI]⚠️ Mikey un día decide embarcarse a una gran travesía en busca del legendario tesoro, sin embargo aún le falta la pieza clave para llegar hasta el. La lágrima de una sirena. Una gema legendaria y misteriosa, que se d...