3

1.9K 312 15
                                    

A pesar del paso del tiempo, Senju no dejaba de visitar a su pequeña mascota y amigo, Takemichi, nombre que ella le dió ya que las sirenas no poseían un nombre. También descubrió que las sirenas no se comunicaban como los humano, ya que al estar siempre bajo el agua sus bocas no emiten ningún sonido, así aue usaban señas para poder comunicarse y entablar una conversación. Aunque sí que podían emitir sonidos, pero siempre eran pequeños gruñidos cuando sentían peligro o están enfadados, suaves sollozos cuando sienten tristeza, para la felicidad sólo sonreían y cuando estaban heridos eran pequeños gimoteos.

Senju entendía perfectamente las señas de Takemichi, y esté último a su vez comprendía algunas palabras e incluso sabía repetir unas pocas.

Esté era su momento favorito después de escapar del eterno encierro de su castillo, con Takemichi se podía olvidar de que era una princesa y podía comportarse tan rebelde e indisciplinada como quisiera. Aunque está amistad tenía que permanecer como un secreto, o algo terrible podría sucederle a su amigo.

Flashback

Hace un par de años, cuando ambos eran niños y recién se estaban conociendo.

Ese día después de haber jugado con el pequeño tritón por al menos media hora, Senju tuvo que detenerse tras escuchar unas voces que le resultaron familiares.

¡Senju!

— ¡Princesa Senju!

— ¡Hija, ven aquí en este preciso instante jovencita!

Las voces de los mozos, sus damas de compañía, sus padres y hasta su tío, medio castillo había salido a su búsqueda. Senju no podía con tanta emoción, quería contarle pronto a su tío y a sus padres acerca de su increíble descubrimiento.
Takemichi por su parte, al escuchar las voces de los adultos se quedó petrificado, el pequeño tritón sabía bien que cuando había adultos humanos nunca significaba nada bueno.

Senju no era consciente de eso, ella sólo pensaba en la gran sorpresa que se llevarían todos cuando sepan que las sirenas no eran un simple cuento para dormir.

¡Papá, tío Waka! — gritaba la niña al correr a la única entrada a la cueva.

La cueva tenía sólo dos entradas, una era subterránea y era por dónde habían entrado y la otra era entre un par de rocas, el espacio era muy angosto para un adulto pero para un niño pequeño era fácil de acceder.
Cuando Senju salió, apenas su padre y su tío la vieron, pronto fue reprendida por ambos adultos, uno por haber escapado de su clase de historia y haber tenido una actitud reprobable en las lecciones de etiqueta, y el otro por casi provocarle un infarto con su repentina desaparición.

esa clase es aburrida y la maestra de etiqueta es una bruja — murmuró la niña haciendo un mohín infantil — pero olvidemos esto. Nunca creerán lo que encontré ¡Encontré una sirena! Una real

Los ojos de la niña se iluminaron, aunque para los adultos Senju estaba siendo víctima de su imaginación infantil, ambos adultos rieron incrédulos ante las palabras de la pequeña.

lo de las sirenas realmente era una fábula, no existen — comenta Wakasa.

¡Sí existen, yo no inventé nada! — respondió la niña con molestia.

Después de un rato de discusiones, gritos, llanto y berrinches, Senju consiguió que la acompañen a la cueva. A ella le tomó unos minutos entras, aunque a los adultos les tomó más tiempo al ser la entrada demasiado angosta para que pudieran pasar, pero al entrar y mirar hacia donde estaba la supuesta sirena sólo encontraron un delfín juguetón.

¡Pero aquí habia una sirena, era un niño! — gritó al niña, estaba roja de vergüenza al quedar como una mentirosa.

no más salidas del castillo, el sol te hace ver alucinaciones — comenta Wakasa al ver al delfín.

Ese día Senju fue castigada por varias semanas, aunque su castigo no fue de mucha ayuda porque la pequeña princesa siempre encontraba la manera de escapar del castillo.
Mas tarde se dió cuenta que Takemichi le tenía mucho miedo a los humanos adultos, eso convertía a Senju en la única humana en la que podía confiar, desde entonces ella guarda el secreto de su amigo tritón.

Fin del flashback

nunca te pregunté ¿No tienes familia? Ya sabes, papá, mamá, hermanos, tíos, etc — preguntó la ahora adolescente.

Takemichi bajó la mirada con tristeza y tocó su collar, con la cabeza negó y dió a entender que no quería hablar de ello.

entiendo. Yo tengo a mis padres, tengo un tío que casi nunca veo y también a mi tío Wakasa, y también tengo dos hermanos. Actualmente sólo tengo uno, mi hermano mayor escapó el dia de su coronación y nunca más lo volvimos a ver — Senju dejó escapar un suspiro mientras se recostaba en una roca.

Takemichi al escucharla hizo una seña cerca de su rostro, como si llorara, era una manera de preguntar si estaba triste.

no me afecta realmente, nunca fuimos muy unidos. Dónde quiera que esté tiene mucha suerte, no tiene porque repasar protocolos, aprender historia, modales, política, etiqueta, etc — Senju tomó una piedra y la arrojó al agua.

 Dónde quiera que esté tiene mucha suerte, no tiene porque repasar protocolos, aprender historia, modales, política, etiqueta, etc — Senju tomó una piedra y la arrojó al agua

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras tanto a unas cuantas horas de la isla de Brahman, Mikey miraba impaciente su brújula que marcaba el norte.

Kenchin ¿Cuánto tiempo más debemos esperar? — preguntó impaciente.

a juzgar por lo frío del viento, estamos ocho horas de entrar al territorio de Brahmanrespondió Draken.

¿No podemos ir más rápido? Quiero mi lágrima de sirena — preguntó el impaciente rubio.

no, y no pidas imposibles. Mejor comencemos a armar una estrategia, si es verdad que el reino de Brahman esconde a una sirena ellos no estarán dispuestos a dejarla ir fácilmente ¿Tienen alguna idea? Recuerden, no queremos lastimar a nadie, sólo debemos tomar a la sirena y nos iremos — preguntó a sus comandantes.

Ninguno dijo nada, algunos estaban pensativos y otros miraban con interés a una mosca que pasaba volando cerca de ellos.

podríamos intentar un intercambio, darles algo de igual valor a cambio de la sirena — comentó Mitsuya.

una perdida de tiempo, sólo tomemos a la sirena a la fuerza y listo — habló Hanma, quien estaba junto a su comandante Kisaki.

apoyo la idea, no podemos garantizar que deseen hacer el intercambio. Lo mejor es usar la fuerza — dijo Kisaki apoyando la idea del más alto.

𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora