𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼

22

Cuando todos regresaron al barco, Kisaki se quedó por horas en el camarote intentando leer el diario personal de esta persona llamada Kazutora Hanemiya; no obstante, entre más leía menos le agradaba y cuándo terminó de leer arrojó el libro al suelo y se tocó las sienes para calmarse.
Hanma al percatarse de su molestia tomó el libro para leerlo por sí mismo, aunque más que leer, simplemente lo ojeaba y leía unas pocas líneas, pero después también arrojó el diario al piso.

- ese diario no dice nada relevante, solamente es un diario pasional sobre un maldito triángulo amoroso - dijo enfadado y decepcionado.

- se ahorcó después de haber herido de muerte al amor de su vida, Keisuke. Lo dice la última página, qué tragedia, y todo ocasionado por un tritón - añadió Hanma con un gran y notorio sarcasmo.

- mejor ve a hacer algo útil, que todos revisen que los prisioneros siguen respirando y si encuentran a Sanzu en el camino que lo capturen - ordenó Kisaki aún molesto para el contenido de ese diario.

Hanma obedeció y salió del camarote para dejar a su querido capitán solo.
Kisaki fue hacia una ventana para mirar el mar, después mira su brújula de bolsillo y su expresión dura se suaviza, sabe que está por llegar y luego le da una mirada llena de malicia al pobre tritón.

- el ritual dice que el collar debe ser bañado con la luz de la luna de sangre, podría quitártelo ya mismo, pero quiero mantener la magia vibrante y fresca. Ojalá existiera una forma de hacer que vivieras, aunque siendo honestos yo no quiero que vivas.
Pero no estés triste, no soy un monstruo, dejaré que te reunas con tu querida amiga ¿Todavía te acuerdas de esa princesita caprichosa? Cuando lleguemos a la tierra prometida dejaré que te reunas con ella - Kisaki reía sin esperar respuesta de Takemichi.

Takemichi sentía como las lágrimas rodaban por sus mejillas, sólo el llanto era lo único que podía controlar a voluntad.

Hanma bajó al almacén donde estaban y tres principales prisioneros y los más importantes.

- siguen donde los dejé - dijo sonriente al ver a Mikey inmóvil y con la cabeza baja.

Las órdenes de arriba eran asegurarse que estuviera respirando, confiado el más alto se acercó hacia Mikey, confiando en que no tenía la fuerza para desatarse y que además ni siquiera tenía la fuerza para levantar la cabeza; acercó su mano su nariz para de esa manera a ver que estuviera con vida.
Sin embargo Mikey no dejó pasar esta oportunidad, y apenas sintió la mano de Hanma rápido se atrevió a morder sus dedos para la molestia del más alto.

- ¡Agh! - exclamó al sentir el fuerte dolor en sus dedos, aunque en lugar de molestarse eso lo hizo reír - estúpido ¿Piensas que con eso me vas a intimidar?

- no, pero conseguí hacerte enojar - respondió Mikey con las pocas fuerzas que tenía.

Hanma solamente sonrío para no darle la satisfacción de verlo enfadado, y después le colocó una hogaza de pan en la boca, luego procedió a repetir esa misma acción con Hakkai y Mitsuya.

- coman y vivan un día más, si es que lo logran - dijo burlón Hanma y después de terminar de alimentar a los prisioneros salió del almacén.

Haruchiyo miraba con molestia la puerta de la que una vez fue el camarote de su capitán, ahora era propiedad de Kisaki al igual que el tritón. Desde hace varios meses que había intentado colarse en ese lugar para encontrarse con Takemichi, no obstante sus esfuerzos fueron en vano porque Kisaki jamás salía de ese lugar, y si lo hacía tenía que ser con Takemichi siempre a su lado.
Este pequeño obstáculo hacia cada vez más difícil su tarea de llegar al tritón y llevarlo con su rey, no mientras Kisaki continuara complicando las cosas.

- hoy es el día, en el tiempo que estuve en contacto con el mapa tuve mucho tiempo para memorizarlo. Hoy es el día, hoy en la noche es la gran luna de sangre y no habrá otra oportunidad, estamos a punto de llegar y es antes de ese momento que debemos actuar ya - dijo Draken, que ya estaba más sano y fuerte, además de recuperado de su herida.

Sin embargo su trabajo era complicado porque primero tenían que deshacerse de los dos principales más problemáticos, Kiyomasa y Osanai. De nada serviría llegar a Hanma y Kisaki si ellos continuaban con vida para interferir en su camino.

- es mi culpa - musitó con arrepentimiento, aunque ya era muy tarde para decirlo.

- francamente sí es tu culpa, y ahora de nosotros depende arreglar tu error - respondió el rubio más alto en respuesta.

Sanzu soltó un suspiro en el aire y comenzó a cuestionar su decisión de haber abandonado Brahman por ir a seguir a Mikey. Cuando tomó esa decisión no le importó nada más, no le importaron sus hermanos, el reino que dejaba atrás y a mucha gente que confiaba en que un día se convertiría en un gran líder que dirigiría a su país; ahora se daba cuenta que después de haber tomado esa decisión había sellado su destino, seguramente cuando la bruja dijo que era el final de sus días se refería a esto.

- estoy seguro de que han tomado un atajo, probablemente ya estemos a unas horas de tocar tierra en alguna parte del mundo, cuándo eso ocurra es más que obvio que dirigirán toda su atención a desembarcar. Kiyomasa y Osanai probablemente se concentren más hacer los preparativos, los demás estarán ocupados escuchando las órdenes de Kisaki y es en este momento de vulnerabilidad que debemos aprovechar para matar a esos dos, después de eso el resto debería ser sencillo - explicó Draken, que no despegaba la mirada del camarote.

Haruchiyo se mantuvo firme, cuando finalmente se hayan librado de esos dos definitivamente tendrían que ir por Mikey. La sola idea de volver a verlo ahora le causaba más terror que felicidad, no era para menos si Manjirou al ver a Sanzu su primera reacción sea intentar estrangularlo o patearlo hasta la muerte, razones había muchas para hacerlo y ciertamente no se iba a negar ni defenderse si eso ocurría. Después de todo era por culpa suya que ahora estaban metidos en este enredo.

Notas: en esté capítulo definitivamente dejé una enorme pista de cómo sería la historia de Baji, Kazutora y Chifuyu más adelante. 👁️-👁️