𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼

12

Los días se estaban volviendo semanas, cuando menos lo esperaban estaban por cumplir un mes en altamar. Hace relativamente pocos días habían comenzado a intentar enseñarle a hablar a Takemichi, hasta ahora los esfuerzos no dieron resultados.

— por última vez... ¿Cómo se llama esto? — la voz desgastada de Mitsuya era un reflejo de las horas que llevaba enseñándole al tritón a hablar.

El pobre chico sostenía una manzana roja en sus manos, llevaba casi seis hora intentando que Takemichi aprenda el nombre de algunos objetos, la dificultad era la misma para un niño de tres años.

— ¿Pez? — respondió un poco inseguro por su respuesta.

— ¡Es una manzana! Man-za-na — Mitsuya hizo una pausa para calmarse y después prosiguió — intentemos con algo más fácil ¿Tienes nombre? Intenta pronunciarlo

Está vez sí que lo había entendido, finalmente era su oportunidad frenar los ridículos nombres con los que lo llamaban todo este tiempo, solamente había un pequeño detalle.

— T-Ta... Ke... Mitchy — dijo con mucha difícil, este era el pequeño problema, no entendía como pronunciar su nombre correctamente.

— Takemitchy... ¿No será Takemicchi? — preguntó Mitsuya, él tampoco sabía como se pronunciaba correctamente.

En eso aparece Mikey, quién realmente no estaba tan lejos porque quería observar el progreso de Takemichi, justo en ese momento el azabache decidió hablar.

— M-Mikey — Takemichi señaló al recién llegado, Mitsuya sonrió orgulloso de ver que finalmente que en sus seis horas de clases algo se le quedó grabado.

El mencionado se quedó estático al escucharlo decir su nombre, aquello fue tan lindo que su pecho dolía por lo tierno que había sonado.

— capitán, he descubierto que el tritón se llama Takemicchi — comentó Mitsuya, quien después le dió una gran mordida a la manzana que llevaba en manos.

— Takemicchi, es un lindo nombre. Entonces, bienvenido a ToMan — Mikey sonreía con entusiasmo, pues finalmente podría dejar de decirle tritón y llamarlo por su nombre.

— deberíamos darle un baño, su ropa huele mucho a pescado muerto — comentó Mitsuya, quien decidió irse para buscar a Hakkai.

— ¡Sanzu! — gritó el rubio. El nombrado alzó la mirada hacia donde su capitán estaba y entonces Mikey continuó hablando — ¿Podrías ayudar a Takemicchi a tomar un baño?

Estuvo a punto de negarse, absoluta y definitivamente no iba a tocar a ese sucio cara de pescado ni mucho menos ayudarlo. Pero entonces Manjirou sonrió y toda su negatividad se fue a los suelos, al final terminó accediendo, por las malas, pero terminó haciéndolo.
Takemichi miró al chico y al principio estaba nervioso, él tenía un rostro muy intimidante y unas cicatrices bastante extrañas en las comisuras de sus labios, Sanzu aunque no quería, se estaba esforzando por sonreír amablemente y ser servicial porque sino entonces se metería en problemas con su capitán.
Cuando tuvo el agua lista ayudó al chico a quitarse la ropa, Sanzu se dió cuenta que incluso teniendo una forma humana había características que relataban su verdadera naturaleza. Las piernas, aunque a simple vista eran humanas, algunas escamas azules brillantes eran visibles en sus muslos y pantorrillas, en su cuello tenía agallas y sus dientes eran puntiagudos, además de tener uñas en forma de garras, por fortuna no eran tan grandes así que no le impedían hacer cosas con sus manos.

— tu cabello es muy suave — comentó amable mientras lavaba su cabello.

Takemichi no aparecía sospechar el odio con el que lo estaba mirando el chico, a sus ojos era una persona muy amable aunque su apariencia era intimidante; él sólo suspiró mientras Sanzu masajeaba su cabello.
Por suerte no volvía a su forma de tritón con agua dulce, parece que solamente recobraba su forma con agua salada.

Mientras Sanzu estaba ocupado lavando su cabeza, en ese momento Takemichi se recostó en la tina de madera por lo relajado que estaba. Si se tratara de un humano común, simplemente podría poner sus manos sobre su cabeza y sumergirlo en el agua, ahogarlo hasta que es un cuerpo deje de luchar, pero sabiendo que no era un humano ordinario su esfuerzo sería completamente en vano. Aunque a su lado había unas navajas para afeitar, podría solo pasarlas por su cuello y dejarlo de sangrar; pero la imagen de Mikey llegó a su mente y despejó cualquier sentimiento negativo en su corazón.

“te estás llenando de odio, pero eso tendrá consecuencias más adelante...”

La vocesita de la bruja resonó en su cabeza, eres acta mente lo que había visto en la carta lo que sucede ahora. Temiendo que la profecía se cumpla, decidió ignorar completamente sus deseos de deshacerse de él de la peor manera, todavía quería seguir viviendo y proteger a su capitán.

Más tarde, después del baño y con ropa limpia, Sanzu llevó al tritón hacia donde estaba su capitán para que él lo viera. Mikey al verlo no pudo evitar sonreír complacido.

— entre más te veo más creo que te pareces a mi hermano Shinichiro — comentó de la nada al verlo y al acercarse tocó su mejilla — dime ¿Quieres algo en particular? Solamente debes decirme yo te lo daré

Sanzu quien contemplaba a ambos no pudo evitar mirar hacia otra parte para tratar de ignorarlos, pero no pudo ser capaz de disimular su disgusto y eso fue algo que Hanma notó a la distancia; hace un par de semanas que había comenzado a mira al chico, su comportamiento, su manera de actuar cuando estaba en presencia del tritón, y esa mirada de decepción era lo que necesitaba para confirmar que había encontrado el aliado perfecto.
Hanma aprovechó que Sanzu fue hacia popa para tomar aire, se le acerco con sigilo, tanto que el chico nunca lo notó hasta que el más alto habló para hacer acto de presencia, Sanzu casi se cae al suelo por el gran susto que le metió.

— oye tranquilo, parece que has visto un fantasma — dijo burlón el más alto.

— ¿Qué quieres? Estoy ocupado — dijo de mala gana mientras se incorporaba.

— nada ¿Debe suceder algo en particular para querer acercarme a conversar con un compañero de tripulación? — preguntó Hanma fingiendo estar ofendido.

— nunca me has hablado — responde todavía algo molesto.

— me ofendes — él continuó fingiendo sentirse ofendido con las palabras del chico, luego recuperó la compostura y continuó hablando — en realidad vine aquí porque tengo una propuesta que hacerte... Pero dejaré que alguien más te lo expliqué mejor de lo que yo puedo hacerlo

Justo después de decir aquello, Kisaki apareció a las espaldas de Hanma, Sanzu no comprendía lo que estaba pasando y ciertamente no le interesaba.

— creo que no nos han presentado correctamente, ex príncipe, pero tengo una propuesta que hacerte

Nota: lamento la ausencia de ayer. Fue el día de muertos aquí en México y tuve muchas cosas que hacer. Pero aquí está el capítulo, ojalá esten disfrutando la historia hasta ahora. 🥰