— Mikey... — Haruchiyo no se sorprendió en lo absoluto al ver esa reacción tan hostil por parte de su capitán.
Mikey estaba tan enojado, si no fuera porque estaba atado de pies y manos habría saltado sobre él y le habría destrozado la cara a golpes, pero estaba demasiado débil y no estaba seguro si sus golpes si quiere le harían algo del año. Sanzu prefirió no liberarlo pronto para evitar que le diera un tremendo golpe en la cara, aunque lo mereciera, pero ya habría tiempo para saldar cuentas pendientes porque ahora lo que más importaba era rescatar al tritón de las garras de Kisaki.
— ¡Libérame ahora mismo para poder matarte yo con mis propias manos! — gritó exaltado y lleno de rabia, ni siquiera sabía de dónde había sacado tantas energías para gritar.
— no he venido a pelear, capitán, he venido a liberarlo pero primero tiene que escucharme — suplicó el chico desesperado por ser escuchado por la persona que había traicionado.
— no pienso escucharte, voy a matarte apenas me libere de aquí — contestó el rubio aún mostrándose muy hostil ante su salvador.
— capitán, creo que debería considerar escucharlo — comentó Mitsuya, que todo este tiempo ha estado observando la escena sin tener el valor de interferir.
— Mikey, estoy arrepentido por lo que hice — finalmente lo dijo — pero déjame arreglar mis errores, prometo que esta vez no te fallaré
— Mikey ¿Qué otra opción tenemos? — continuó hablando Mitsuya.
Manjirou por su parte se quedó callado mientras miraba de forma acusatoria al chico frente a su vista, realmente si no estuviera atado de pies y manos le habría partido en la mandíbula de una sola patada, y eso habría sido muy poco castigo del que merecía. Sin embargo, muy a pesar de lo que pensaba tenía que confiar en él, tenía que hacerlo se quería liberarse de estas malditas cadenas que lo tenían atado y poder recuperar fuerzas.
— ¿Cuál es el plan? — preguntó de mala gana, no tenía ganas de escucharlo pero ¿Qué otra opción le quedaba?
Sanzu sonrió al escucharlo, nunca podría volver a recuperar la confianza que tanto le había costado conseguir, pero al menos estaba feliz de que por esta vez él decidiera confiar una vez más.
— este ese plan
Kisaki era ignorante de lo que ocurría en el barco, todos sus hombres y el estaban explorando el terreno, en busca de esa puerta que viene descrita en el mapa.
Estuvo caminando por lo menos tres horas y media, las esperanzas poco a poco se le iban yendo, hasta que finalmente su búsqueda dió sus frutos.Llegó a lo que parecía ser una caverna de desmesurado tamaño y que a pesar de la hora, su apariencia contrastaba mucho con las tonalidades cálidas de la playa. La caverna misma emanaba un aura fuerte a muerte. Kisaki fue el primero en avanzar, detrás de él lo siguió Hanma y los demás que me acompañaban se quedaron atrás indeciso sigue avanzar o quedarse en la seguridad de la playa.
El rubio de lentes se adentro en esa caverna, era imposible poder ver por dónde caminaba, aunque había un tragaluz en el techo, todavía no era suficiente para poder distinguir por donde caminaba, ya que la luz natural que entraba solamente alumbraba la gran puerta de piedra al final de la caverna.— se ve más grande de lo que imaginaba — comentó Hanma, mientras paseaba su mirada por todo el lugar en busca de distinguir algo.
Los ojos de Kisaki se iluminaron como los de un niño pequeño al ver su obsequio más anhelado, finalmente lo había conseguido, había logrado por fin llegar este lugar prometido lo único que lo separaba de su nueva fortuna era una puerta de piedra.
Cuándo se acercó lo suficiente para poder tocar esa puerta, se dió cuenta de que había una ranura a un costado y en el había un orificio que tenía una forma muy específica, la forma le recordaba el collar que siempre llevaba ese tritón en el cuello.— tenemos que quitársela, definitivamente las puertas no pueden abrirse si ese tipo tiene todo el tiempo el collar puesto — comenta Kisaki al percatarse de ese minúsculo detalle.
— deberíamos volver, pronto anochecerá la luna saldrá — respondió Hanma, que estaba más que ansioso de que estás puertas se abran y puedan revelar los tesoros que guardan.
Kisaki le dió la razón y ambos salieron de la caverna, todos los esperaban curiosos y temerosos de lo que pudieron haber encontrado, sin embargo el rubio no quiso hablar y solamente dió la orden para que pudieran regresar al barco. Todos estaban emocionados, este viaje tan largo finalmente acabaría con todos siendo recompensados con una vida digna y llena de lujos, sin imaginar que la persona a la que estuvieron siguiendo todo el tiempo tenía planes muy diferentes para ellos, y que estaba dispuesto a todo para que ellos no recibieran ni una sola pieza de oro.
Sanzu corría con Mikey detrás suyo subiendo las escaleras para salir del almacén, y atrás de ellos estaban Mitsuya y Hakkai.
— por fin apareces idiota — Draken fue quien lo recibió cuando todos salieron del almacén. Su ropa estaba ensangrentada, producto de haber luchado recientemente.
Encubierta estaban tirados los cuerpos sin vida de Osanai y Kiyomasa, ellos ya no serían ningún problema a partir de ahora.
Cuando Mikey vió que Draken continuaba con vida, su primera reacción fue paralizarse creyendo que estaba viendo una visión, pero al darse cuenta de que no estaba soñando se acercó a él y estrechó su mano, para luego permitirse darle un abrazo y luego un golpe por el gran susto que le hizo pasar.— ¿Así es como me pagas? — preguntó Draken después de sentir ese golpe en su mejilla.
— es lo que mereces por preocuparme de esa manera Kenchin — respondió el rubio molesto.
— Mikey, por aquí — interrumpió Sanzu, dando entender que ya no les quedaba tiempo.
Mikey aceptó seguirlo, cuando recupere sus barcos juró que untaria las sobras de pescado en el cuerpo de Sanzu y lo dejaría desnudo en cubierta para que las gaviotas lo piquen, y era un castigo muy piadoso comparado con lo que verdaderamente quería hacerle. Haruchiyo abrió la puerta y al hacerlo encontró a Takemichi, aún estaba tal y como lo había visto hace un rato, después le dio una mirada furtiva a Mikey y le indicó que él tenía que pasar.
— tiene que funcionar — murmuró Sanzu.
Mikey nervioso pero emocionado entró a la habitación, el rubio aún nervioso se acercó a paso lento y cauteloso hacia Takemichi, que al verlo comenzó a agitarse intentando liberarse de sus ataduras.
— Takemicchi...— murmuró su nombre apenas verlo, sentía una enorme nudo en la garganta, al verlo atado con esas pesadas cadenas realmente le hacía hervir la sangre.
— ¿Q-qué...? — intentó hablar.
Manjirou no pudo evitar abrazarlo, a pesar de que el otro lo rechazaba, por la cercanía sentía su corazón latir y estaba seguro que Takemichi también sería capaz de sentir su corazón agitado también.
Haruchiyo contemplo la escena y salió de ese lugar para dejar a ambos enamorados solos.— admirable, realmente admirable...
Sanzu y Draken se sobresaltaron al escuchar la voz de Kisaki a sus espaldas.
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𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼
Fanfiction⚠️[UNIVERSO ALTERNO/PIRATAS/YAOI]⚠️ Mikey un día decide embarcarse a una gran travesía en busca del legendario tesoro, sin embargo aún le falta la pieza clave para llegar hasta el. La lágrima de una sirena. Una gema legendaria y misteriosa, que se d...