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nuestra intención no es ocasionar una guerra, solamente queremos a la sirena. Podremos ser piratas pero no somos asesinos — dice Draken mostrando su desacuerdo ante las palabras de los comandantes.

ni siquiera tienen que saber que fuimos nosotros, Brahman tiene muchos enemigos, no sería raro que ellos piensen que alguno de sus enemigos se infiltró en sus tierras y robaron su más grande tesoro — explicó Kisaki. Él estaba ciegamente seguro de su propio plan.

Algunos de los demás comandantes se miraron entre sí, algunos parecían estar de acuerdo y otros no estaban tan convencidos. Así que ahora la atención se fijó únicamente en el capitán, él era quién tenía la última palabra.

el intercambio equivalente suena mejor. Nosotros hasta ahora no somos suficientes para poder declararle la guerra a todo un país — responde Mikey mirando con molestia tanto Hanma como a Kisaki.

Los dos antes mencionados se miraron entre si y después miraron a su capitán mostrando arrepentimiento por sus palabras.

tiene razón capitán, sólo pensamos en la salida fácil y no nos detuvimos a pensar en las consecuencias. Haremos lo que usted ordene — dijo Kisaki sonriendo de forma amigable.

entonces está decidido, quiero que busquen entre nuestros tesoros y encuentren algo que pueda servir para el intercambio — ordenó Mikey.

Todos los presentes se levantaron de sus asientos y salieron del camarote de su capitán. Los comandantes que dirigieron cada quien a su respectivo barco, mientras Mikey se quedaba solo observando el mapa que había en su escritorio.

 Los comandantes que dirigieron cada quien a su respectivo barco, mientras Mikey se quedaba solo observando el mapa que había en su escritorio

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Mientras, en el barco de Kisaki comenzaba a armarse una nueva estrategia.

A este paso nunca conseguiremos a la sirena, la mejor estrategia es tomarla a la fuerza y obligarla a que nos de la lágrima — dice Kisaki al encontrarse a solas en el camarote con su subcomandante.

la sirena tiene que entregarla voluntariamente, tiene que ser un sacrificio sincero de corazón, porque al desprenderse de la gema la sirena muere — explicó Hanma, quien fumaba cerca de una ventana.

por eso es que tengo un plan — Kisaki se acomodó los lentes, y de una caja saco un arma — con esto es seguro que Brahman nos entregará voluntariamente a la sirena

— ¿Y después de tener la lágrima qué pasará con el capitán Mikey? — preguntó Hanma, quien sonreía satisfecho por el plan.

nos preocuparemos de eso en cuanto los preparativos para el motín estén listos

— ¿Eso es un collar? ¡Es hermoso! — exclamó de felicidad la princesa — ¿Tú lo hiciste?

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¿Eso es un collar? ¡Es hermoso! — exclamó de felicidad la princesa — ¿Tú lo hiciste?

Takemichi afirmó con la cabeza al ver como la princesa Senju se colocan el muy humilde collar que le había fabricado, el cual consistía en un collar de perlas blancas y en el centro había una pequeña concha de mar, un humilde pero lindo obsequio.

esto es más ligero que el zafiro que me regalaron de cumpleaños — exclamó de felicidad al tener finalmente un collar que no le causaba dolor de cuello.

Senju se recostó en su roca favorita y miró al techo mientras tocaba su collar nuevo. Este era su momento especial desde que era una niña, escapar de la seguridad de excesiva del castillo y venir aquí a jugar con Takemichi, usualmente siempre salían a nadar y a veces ella robaba comida de la cocina y la traía aquí para hacer un picnic, este era el momento en el que podía olvidar que era una princesa y comportarse tan rebelde y descuidada como quisiera.
Nada de modales, podía incluso maldecir y practicar esgrima a escondidas.

hoy en la noche habrá un baile, aunque más bien es una tonta excusa para que yo conozca a mi futuro prometido. A partir de ahora se acabaron los juegos, ya no podré escapar del castillo y todos los ojos de Brahman estarán encima de mí todo el tiempo — comentó la princesa con melancolía — ¡Cómo quisiera sólo gritarles en su cara, tomar mis cosas y huir como lo hizo mi hermano Haruchiyo!

Takemichi no entendía nada de lo que la princesa decía, a sus ojos Senju solamente era una chica normal que vestía ropa extraña, no entendía nada de títulos, realeza y tampoco entendía la avaricia.

jamás te pregunté ¿Dónde está tu casa? Has tenido la oportunidad de irte pero siempre regresas — preguntó Senju.

Takemichi entonces se acercó a la orilla y dibujó un pequeño círculo en la arena, en medio de este círculo colocó algunas piedritas, Senju no entendía lo que intentaba decir

casa — dijo Takemichi.

vives... ¿En una cueva? — preguntó la chica, a lo cual Takemichi negó.

El tritón señaló el círculo y después señaló al agua.

¡Una cueva subterránea!

Takemichi volvió a negar, tenía que encontrar una palabra que pudiera hacerla entender.

f-fondo... Abismo... — dijo Takemichi intentando repetir algunas palabras que a veces escuchaba.

vives en el fondo de un abismo... ¡Las profundidades del océano!

Bingo, Senju había acertado esta vez. Takemichi entonces comenzó a explicarle de dónde venía, era la primera vez que le contaba algo de su pasado ya que hasta ahora él había sido un poco reservado.

Las sirenas viven en el fondo del océano, aisladas completamente del mundo y viven con un eterno terror hacia los humanos. Desde que son niños siempre se les enseña que al ver un humano ellos deben huir, los humanos son malos, son seres despreciables que ensucian el océano, roban sus gemas y los miran como seres inferiores.
En algunas ocasiones se les permitía a los más jóvenes nadar a la superficie para darle un primer y último vistazo al mundo exterior, para después descender al abismo una vez más y nunca volver a pensar en regresar a la superficie.

Era está la razón por la cual Takemichi había caído en la red de pesca de Wakasa, él al intentar nadar a la superficie se encontró con un pequeño delfín atorado en una red de pesca; el pequeño tritón no pudo ser indiferente ante el sufrimiento de esa criatura y trató de ayudarlo, sin embargo por su falta de experiencia término enredado junto con el delfín en la red de pesca. Fue ahí cuando conoció a Senju, principio él le tenía miedo porque era un humano, pero cuando lo ayudó a escapar se dio cuenta de que sólo era un humano pequeño y a él nunca le enseñaron qué los humanos pequeños no eran tan malos como los humanos grandes, fue por eso que sintió mucha tranquilidad cuando la vío y agradeció que haya sido ella quién lo descubrió en la red de pesca.

𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora