Final

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Al borde de una gruta submarina, nadar sería lo único que lo salvaría y solamente tendrían que ser mucho más rápidos que el legendario Leviatán, que no estaba dispuesto a dejar que sus dos presas escapen de su castigo.
Takemichi podría nadar sin ningún problema, pero Mikey, él era un humano y los humanos no respiraban bajo el agua ¿Cómo podrían salir los dos juntos?

¡Huye tú! — grita Mikey en medio de toda su desesperación.

Era un ser humano, jamás sería capaz de poder sumergirse a tal profundidad y mucho menos soportar aguantar la respiración hasta cruza la gruta. Lo mejor sería deshacerse del peso muerto, Takemichi era un tritón, el sería capaz de nadar por su propia cuenta muy rápido y escaparía del Leviatán, si iba con él era seguro que sólo lo retrasaría.

¡No! — grita Takemichi negándose a dar un paso más.

Takemicchi, eres el único que tiene una oportunidad de escapar, yo soy un humano y por lo tanto no puedo soportar estar tanto tiempo en el agua como tú — contestó Mikey. Aunque le dolía tenía que ser realista, se ahogaría antes de siquiera poder llegar a la superficie.

Sin embargo Takemichi no estaba dispuesto a escucharlo, quería ayudarlo a como diera lugar, así que apretando su mano saltó al agua junto a Mikey, que también se vió forzado a saltar al agua. Apenas Takemichi tocó el agua salada, sus piernas fueron reemplazadas por una cola de sirena.
Mikey por otro lado tuvo que dar una rápida bocanada de aire antes de sumergirse por completo, y ahora el Leviatán corría en dirección hacia ellos con la intención de sumergirse; Takemichi entendió que no había tiempo y tomándolo su mano comenzó a nadar cada vez más profundo, al mismo tiempo Leviatán se sumergió en las aguas frías y comenzó a seguirlos como león al acecho.

Las aguas eran tan frías que calaban en los huesos, tanto que los músculos le dolían, pero Takemichi parecía no sentir el cambio brusco de temperatura porque el provenía de las profundidades, así que su cuerpo estaba acostumbrado a las bajas temperaturas y por eso le era tan sencillo nadar en aguas heladas; Mikey en cambio era un humano y no estaba acostumbrado a los cambios bruscos de temperatura, pronto comenzó a sentir el peso de las consecuencias de haber aguantado sus heridas, y también sus músculos se entumecieron, estaba teniendo comenzando a sentir los efectos de la hipotermia y lo que es peor, sus pulmones no soportaban, buscaba tomar oxígeno lo más pronto posible.
Takemichi por suerte se dió cuenta de esto y deteniéndose un poco, lo tomó de su rostro y besó sus labios, ¿Alguna vez te han dicho que el beso de una sirena te salva de morir ahogado? No es un simple rumor y tampoco algo que alguien pensó de la nada y lo dijo en voz alta; Mikey al sentir sus cálidos labios sobre los suyos sintió un gran alivio, era como si la necesidad de respirar se hubiera ido, pero sin sufrir de asfixia o que sus pulmones se llenan de agua.

Solamente de esa manera consiguieron avanzar sin ningún retraso; Leviatán abrió sus fauces y trató de nadar lo más rápido que podía para tragarlos de un bocado, Takemichi comenzado a fatigarse y sentía la salida muy lejana, pero al alzar la cabeza vió que estaban a un metro de distancia de llegar al otro extremo de la gruta y había luz, lo que significaba que estaban por llegar a la superficie.
Leviatán ya casi los alcanzaba, sus dientes rozaban la punta de una de las aletas del tritón, Takemichi se motivaba al ver la luz cada vez más cerca y eso le causaba un gran alivio; no obstante, la criatura nada más rápido y cuándo el azabache tenía medio cuerpo dentro de la boca inmensa del Leviatán, de pronto la criatura fue detenida por un fuerte destello que la cegó por un lapso de tiempo crucial que Takemichi utilizó para finalmente llegar a la superficie.

Mikey sintió una enorme alivio al sentir sus pulmones llenarse de oxígeno una vez más, Takemichi antes de salir del agua, escuchó el fuerte rugido del Leviatán que ahora estaba forcejeando para intentar salir, pero una magia misteriosa lo retenía. Leviatán estaba condenado pasar la eternidad atrapado en esa cueva, sin la posibilidad de poder escapar y solamente esperando pacientemente la llegada de más piratas codiciosos de los cuales alimentarse.

𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora