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Sino recuperaba su joya pronto podría morir y no habría otra oportunidad, Mikey miró con recelo a Kisaki que festejaba con tanto fervor su gran hazaña mientras sostenía entre sus manos todavía esa gema.

gema...— murmuró una vez más, la tez clara de Takemichi se volvía más pálida con los minutos.

Haberse desprendido de su gema fue la cosa más difícil que había hecho hasta ahora, cuándo fue separada de él sintió como si las fuerzas de pronto le abandonaran, de pronto fue como si le golpea el agotamiento y la fatiga lo invadieran; no solamente el agotamiento y la fatiga atacaban, sino que también su fuerza, su energía vital sentía como lentamente se iba drenando de su cuerpo. Este era su castigo por haberse desprendido de la única cosa que lo mantenía con vida, a partir de ahora era una carrera contrarreloj y sino lograba regresar la gema su cuello, sufriría una lenta agonía hasta que diera su último aliento.

¡Yo me haré cargo! — gritó Mikey sintiendo un profundo odio que lo impulsaba, ahora sus dolencias y heridas no se sentían en lo absoluto, porque estaba tan cegado por la ira que no prestaba atención a su propio estado físico.

Kisaki por su parte estaba gozando mientras miraba las monedas de oro que había por montones, las gemas eran mucho más grandes que la que sostenía en sus manos, pero no eran tan poderosas como está que tenía y pertenecía a una sirena. Si había conseguido todo esto con una simple gema, ahora podía comenzar a pensar en grande y podría planear que hacer a partir de ahora con la magia de la lágrima, que ahora era suya.
El de lentes sonreía de gozo, si tan solo sus padres lo pudieran ver ahora, se arrepentirían de sus palabras y le suplicarían perdón de rodillas por haberlo limitado tantos años a una vida tan miserable como la de un obrero. Toda su vida creyó que estaba destinado a ser algo más que un simple obrero trabajando en los establos de la hacienda de un político, y ahora estaba frente a él una enorme riqueza que ahora le pertenecía, por fin las cosas se habían vuelto a su propio favor y la vida le sonreía.

Hanma por su parte no dejaba de mirar a Kisaki, esa sonrisa de gozo lo hacía sentir pleno, el saber que había llegado tan lejos siguiéndolo y protegiéndolo hasta ahora le hacía sentir una felicidad inexplicable. El dinero no le importaba ¿Riquezas? Toda su vida había vivido rodeado de ellas, siempre tuvo lo que quería y siempre se sentía tan vacío, al menos así se sentía cuando él llegó y de pronto comenzó a sentirse más lleno de vida. Había hecho tantas cosas tan sólo para seguirlo a él, mentir, estafar, robarle incluso a su propia familia, pero no estaba arrepentido porque todo eso fue un mínimo sacrificio que tuvo que hacer para permanecer al lado de la persona que lo hacía sentir vivo.

¡Kisaki! — la voz de Mikey resonó por todo el lugar.

Kisaki sonriendo para sus adentros, escondió la joya en el bolsillo de su saco fino y miró a Mikey de forma despectiva.

te dejé ir, de ti ya no quiero nada. Puedes llevarte a tu tritón y hacer lo que quieras a partir de ahora, tengo todo lo que quería así que ya ninguno de ustedes dos me es de utilidad — dijo Kisaki intuyendo que Mikey estaba tras la gema para salvar la vida del tritón.

no voy a marcharme hasta que me entregues la gema, ya no la necesitas — respondió Mikey avanzando cada vez más.

te equivocas, la necesito todavía. Tengo grandes planes en mente y con esta gema serán muy fáciles de ejecutar, ya no necesitaré depender de la fuerza de otros cuando tengo un poder inimaginable aquí en mis manos — contestó Tetta retrocediendo a cada paso que Mikey daba.

Llegó un punto en el que Kisaki tropezó sobre un montón de monedas de oro, Mikey vio la oportunidad perfecta para acabar con él de una sola patada.

¡No te permito que lo toques! — gritó Hanma entrando en acción con una gran sonrisa, mientras le daba un gran puñetazo en la cara a Mikey.

Mikey gallo sentado después de recibir ese gran golpe en la cara, pero al poco tiempo se levantó como si nada, era tanto suena ojo que ya no sentía el dolor. Hanma solamente suspiró de fastidio al verlo levantarse.

esto va a ser muy aburrido — comentó de forma despectiva.

Kisaki por su parte aprovechó la distracción para tomar todo el oro que podía, llenó un costal de tela con todas las monedas de oro y diamantes que pudieran caber, y si eso no fuera suficiente entonces cargaría más monedas en sus bolsillos, pero de esta cueva no iba a salir con las manos vacías.
Mikey no quería perder el tiempo con Hanma, tenía que pensar en algo rápido para quitárselo de encima o Kisaki escaparía; Hanma bloqueaba sin nada de esfuerzo sus golpes, así nunca conseguiría derrotarlo. Estaba comenzando a cansarse, tenía que recurrir a métodos drásticos si quería quitárselo de encima, así que cuando Hanma le dió un golpe que lo dejó caer de espaldas, Mikey aprovechó para tomar un puño de arena y cuando volvió a incorporarse fingió que lo golpearía, pero en realidad le arrojó la arena en la cara. Cuando lo hizo Hanma finalmente reaccionó y cayó al suelo tallando frenéticamente sus ojos ahora irritados, está única oportunidad la utilizó Mikey para correr hacia Kisaki que ya estaba por llegar a la salida.

Kisaki al ver que Mikey le estaba pisando los talones trató de correr rápido, ni siquiera entendía de dónde sacaba tanta energía con esa apariencia enfermiza, pero no se detuvo a pensar demasiado en eso, porque cuando estuvo a escasos centímetros de la salida se tropezó y una moneda de oro resbaló de sus manos, y fue en ese instante cuando la moneda abandonó la cueva que comenzó a sentirse un aura pesada.

En toda la cueva resonó un sonido gutural, tan fuerte y tan monstruoso que difícilmente pudo haber sido obra de un ser humano. Todos se quedaron quietos y se miraron unos a otros consternados, y de pronto el piso tembló, las monedas de peso comenzaron a vibrar y una gran montaña de monedas de oro empezó a removerse. De pronto de ese montón de monedas resaltaron un par de grandes ojos rojos, tan rojos como la sangre.

¡U-un monstruo! — gritó uno de los tantos hombres.

Entonces la misteriosa bestia alzó su cabeza, revelando así la verdadera identidad de la criatura.

¡Leviatán! — gritaron todos al unisono.

Nota: ya casi llegamos al final 👁️👄👁️✨👌

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Nota: ya casi llegamos al final 👁️👄👁️✨👌

𝓜𝓮𝓻𝓶𝓪𝓲𝓭 𝓣𝓮𝓪𝓻𝓼 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora