🍎𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 20

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ZURI

- ¿Cómo lo sa-bes? — cuestione entre hipos, con los ojos de par en par por su relevación.

Él no podía saber esto, en realidad, nadie tenía que saberlo. Por algo me esforcé tanto en mejorar como persona, en ir a terapias, empecé a cuidarme con los alimentos, a tomar medicamentos para mis problemas de sueño y todo lo demás que se requería, para que mis traumas pasados quedarán atrás y nadie se diera cuenta de lo dañada y defectuosa que me encontraba.

No es justo.

-Tengo que saber todo sobre ti Zuri — admitió en voz baja y presiono su cuerpo contra el mío dando un leve gruñido. Manteniendo su postura protectora.

Las balas seguían irrumpiendo, introduciéndose por ciertas zonas de la casa. Pero todavía estaban lejos de nuestro alcance.

-Como también sé que tu nombre no es Zuri Moretti — añadió. La sangre se me congelo de tan solo escucharlo. Me daba tanto coraje que todo lo que trataba de olvidar regresara de un solo golpe. Nadie me preparo para eso.— Tu verdadero nombre es Cataleya Gri ...

-No digas más — lo detuve bruscamente, sin parar de temblar.

Dos cosas en este momento me quedaron claras.

La primera, es que ambos podíamos morir ahora mismo y él lo haría sabiendo mi tormentoso pasado, pero no va a poder hacer nada con la información. De alguna forma, eso me hizo sentir segura.

La segunda, es que cabía la posibilidad de que quedáramos ilesos después de esto, y Adán use mi pasado para sus sucios juegos con tal de atraparme. Eso era algo que no podía tolerar, porque este tema es muy delicado para mí y que él lo use para su propio beneficio incendió algo determinante dentro de mí.

Un plus extra, es que estaba en un estado crítico. Los nervios, la ansiedad, el terror, estar cerca de un estado de shock no ayudaban para nada. Hacían que la poca razón que me quedaba se transformará en una nula.

Usando la poca capacidad que tenía para razonar lo miré con rabia, frunciendo el entrecejo y los labios, dando pie a la dignidad que todavía conservaba pese a todo.

Adán seguía con sus ojos cada cambió en mi expresión facial, tratando de permanecer calmado y no demostrar nada en absoluto.

-Si quieres usar todo eso en mi contra, adelante.— Escupí abatida — si quieres destruirme con tus estúpidos juegos utilizando mi pasado, hazlo. Yo no te detendré — lágrimas nublaron mi visión y no pude ver con claridad ninguna reacción por parte suya — pero ten en cuenta que yo no me dejaré, si tu empujas, yo empujaré mas fuerte Adán Avenel. He lidiado con peores monstruos que tú — alce el mentón saboreando mis propias lágrimas — porque no solo me encargaré de destruirte, me encargaré de mandarte a algún lugar peor que el infierno.

A pesar de que no podía verlo bien, si pude distinguir como su laboriosa barriga ascendía y descendía sobre la mía, su respirar aumento de velocidad y con cuidado limpio la humedad de mi mirada.

Con un poco más de facilidad, escrute su cara y me asombre cuando lo vi hacer por segunda vez ese tic extraño en su ojo. ¿Esa era su reacción cada siempre que lo desafiaba?

No obstante, seguía habiendo un sepulcral silencio por su parte. Él me observaba con tanta intensidad que tuve que apartar mi vista a otro lado. Desde su posición todavía lo sentía dominante sobre mí, cubriéndome con su cuerpo, llevando el control del asunto y las emociones. Intentando transmitirme paz y tranquilidad.

Más llego un punto en que me olvide de como respirar y comenzaba a asfixiarme. Todo se estaba yendo a la mierda y no sabía que más hacer, aparte de estar aquí cubierta por el enorme cuerpo de Adán, sintiéndome de alguna manera protegida.

SOMÉTETE A LAS TINIEBLAS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora