ADÁN
Dos llamadas perdidas de Zuri.
Maldición.
No había sentido el móvil vibrar durante todo el trayecto de camino a este lugar, en el que supuestamente se encontraba Jerome.
Porque no sabía si era real lo que le dijo a Breant, o solo una simple broma del pelirrojo para hacernos perder el tiempo.
Además, los inútiles parloteos de Breant y mi mente trazando distintas formas en las que pudiera reaccionar cuando me encuentre con Jerome, me mantenían distraído.
Ojalá esto valga la pena.
-Aquí es — dice Breant, señalando el parque que tenemos a corta distancia — marcaré a Jerome para saber si ya está aquí.
No le digo nada, y aprovecho el momento en que mira hacia otro lado con su móvil puesto en el oído, para marcarle a Zuri.
Necesito escuchar su voz.
-Hola ... — murmuro con un toque de perversión, en cuanto descuelga.— ¿Mi chica ya quiere repetir una segunda vez?
- ¿Adán donde estás? — la sangre en mi interior se calienta por su evidente preocupación. Le importo — no me digas que te has ido sin mí a hacer otra misión. Tendré que hablar seriamente con Sebastián, no me gusta nada que me dejen de lado.
Al parecer le importan otras cosas.
Bah.
-Nena odio que en mi delante tengas que mencionar el nombre de ese bastardo.
-Qué pena — sonrío victorioso ante la imagen en mi cabeza, ella recién despierta. Con sus cabellos revueltos, sus labios hinchados, desnuda, follada y en mi cama. Odio no haber estado ahí para contemplarlo — es casi imposible que no lo haga. Tendrás que aguantártela.
-Lo sé. Y no estamos en ninguna misión — técnicamente no lo era, ya que ni Sebastián lo sabía. Solo era un pequeño improvisto — no tiene por qué comunicarte con tu amiguito. He ido a comprarte algo.
Se quedo en silencio.
-No me vas a preguntar que es.
-Está bien — dijo desconfiada.— ¿Qué es?
-Una pastilla anticonceptiva, tal parece que la estabas pasando tan bien que no me reprochaste nada cuando te embestí sin condón.
-Adán — me regaño — deja de ser tan malditamente explicito — y en un susurro que supuse que era solo para ella dijo — demonios, como pude olvidarlo.
-Apuesto a una nalgada en tu bonito culo, que estás sonrojada ahora mismo.
Zuri hizo a un lado mi inteligente apuesta y con un tono más débil pregunto — ¿eso funcionará? No quiero salir embarazada Adán.
-A mí no me molestaría que cargaras a mis hijos en tu vientre — admití haciéndole saber que si eso pasará no me iría y la dejaría sola — pero si, son efectivas. Me asegure de ello.
Un suspiro aliviado se oyó a través del móvil.
-Ahora tengo más razones para no volver a follar contigo.
- ¡¿Qué?! Solo te estaba jodiendo nena. Yo era consciente de todo. Solo quería que tu primera vez sea disfrutable y sin nada de por medio, porque es mejor — era más que imposible lo que ella decía — sabes, mejor ya te voy dejando. No quiero oír más de tus locas ideas.
-Mmm ... encima lo sabías.
-Si, pero yo me iba a encargar de todo. Por algo te compré la pastilla, no quería que te preocuparas por nada.
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SOMÉTETE A LAS TINIEBLAS✔
RomanceÉl: Vivía en las nubes, poseía el trono de la escuela, su padre era un dichoso actor de Hollywood y su madre una ex modelo, que más podía pedir. Su vida era miserablemente perfecta. Todos lo veían, todos lo querían, excepto ella. La chica menos dese...