🍎𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 29

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Canción: BLKVES – Temptation

(Créditos a la chica de Instagram que me lo recomendó, gracias linda). 

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ZURI

-Eres tan sucio — gimotee entre jadeos.

Cada palabra que salía de la boca de Adán siempre tendía a ser tan arrollador, tan envolvente, que su simétrica sonrisa de dientes brillantes me dejaba volando en la luna.

Era tan estremecedor darme cuenta, como esa sonrisa blanquecina que se ensanchaba por cada reacción de mi cuerpo, generaba en mi interior, distintos cosquilleos en mi vientre.

Sus benditos ojos jade se habían oscurecido, y fue más que maravilloso ver de cerca el rumbo que habían tomado. El color de su mirada ahora, se asemejaba a un pino en una fría noche. Alucinante ...

-No quiero que dejes de mirarme — anuncio él, con su voz grave y sumamente ronca — porque quiero que me veas a los ojos cuando te haga más que mía.

En silencio asentí, sin saber qué otra cosa decirle. Yo también estaba de acuerdo en verlo cuando eso ocurra.

-Me gustas más cuando hablas — Adán se levanto de su lugar, quedando de rodillas sobre el colchón y junto mis piernas, colocándolas a unos centímetros de sus muslos — pero cuando estás sin hablar, mirándome con deseo y obedeciéndome, me excitas mucho — dirigió sus manos al dobladillo de mi short y me los bajo lentamente, con ayuda mía.— Te aseguro que cada vez que lo hagas conmigo estarás así.

"Eso quiere decir, que está no será la única vez que follemos" pensé.

Con su sonrisa traviesa termino de quitarme mi short y fue directo a mis bragas de encaje.

-Esto se la he visto a muchas mujeres puestas — aseguro, mirándome fijamente — en cambio, estas a ti te quedan tan diferente ...

De un tirón me retiró la panti y se atrevió a dejarlo colgando en su dedo índice.

-Qué quieres decir — murmure acalorada, me sentía rochosa por como sujetaba mi braguita y lo miraba con lujuria — puedes bajar eso de ahí.

Él ignoro mi pedido y lo acerco a su rostro para olerlo, un sonido de satisfacción salió de los más profundo de su garganta.

-No — espeto — me la quedo,— y lo guardo en su bolsillo trasero, regresando su atención a mí.

Estupefacta por lo que acaba de hacer, él siguió en lo suyo y continúo desvistiéndome. Cogió mi pijama superior, retirándola de mi barriga y mis tetas rebotaron lentamente cuando quedaron al descubierto, haciendo que la mirada de Adán se nuble por completo.

La única vestimenta que me cubría, eran esas dichosas medias rayadas.

-Que clase de hombre hace lo que acabas de hacer — dije a modo de reproche, sin superar lo anterior — quedarse con las bragas de una mujer.

-Un hombre inteligente — respondió, acariciando mis costillas, detallando con hambre cada rincón de mi anatomía desde su posición — pero no de cualquier mujer, si no, de la mía.

Me guiño un ojo malévolamente y dejo de tocarme para quitarse su camiseta gris, pasándosela por encima de la cabeza, dejando al aire su musculoso cuerpo tonificado.

Lo primero que llamo mi atención fue su admirable six–pack, seguido de sus pronunciados pectorales que parecían dos rocas. Las líneas que iban en sus caderas formando una V, me sacaron varios suspiros.

SOMÉTETE A LAS TINIEBLAS✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora