El Despertar Comienza

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Curiosidades del tío: Martes. 2:30 de la mañana

La noche envolvía la casa de los Chan en un manto de silencio, roto solo por el ocasional crujir de la madera antigua y el susurro del viento entre las hojas La vida de todos había cambiado con todos sus antiguos rivales: Valmont, Shendu, Tarakudo, Daolon Wong, Drago, por mencionar algunos. Pero esa calma era engañosa, especialmente para Jade, cuyos sueños agitados presagiaban una tormenta interna.

Jade yacía en su cama, y su respiración irregular marcaba el ritmo de su inquietud. En el teatro de su mente, las cortinas se levantaban para revelar su reinado como la Reina de la Sombra de Khan. Cada detalle era vívido: el tatuaje que marcaba su piel como un símbolo de poder oscuro, el manual arcano que susurraba secretos prohibidos, y el desayuno servido por los ninjas sombríos, un recordatorio de su autoridad usurpada.

La memoria de su tío Jackie reprendiéndola por el tatuaje, y su propia rebeldía al rechazar su eliminación, se entrelazaban con recuerdos más ligeros, como las travesuras a los sirvientes de Valmont. Pero la diversión se tornaba oscura al recordar cómo Shendu, el traidor, había provocado que pierda su marca y destruya el manual, dejándola con una sensación de pérdida y traición.

El reflejo de sí misma en el espejo de su palacio, con ojos rojos y piel azulada, era el epítome de su transformación. La pregunta de su reflejo, "¿Hola Jade, me extrañaste?", resonaba en su mente mientras la marca de Tarakudo, ahora en su espalda, la impulsó a estrellarse contra el espejo en un acto de emocionante destrucción.

Despertando en un sobresalto, Jade contuvo un grito, consciente de no querer perturbar la paz del hogar. La ausencia del tatuaje en su espalda le ofrecía un consuelo efímero, permitiéndole volver a dormir, aunque una lágrima traicionera y un pensamiento atormentado escapaban en la quietud: "Lo deseo, pero tengo miedo".

La mañana trajo consigo la rutina y la normalidad. Jade, pálida y con ojeras, intercambiaba saludos con su familia, quienes notaban su fatiga pero no la profundidad de su inquietud.

—Jackie: Buenos días, Jade, que gran día. ¿Te sientes bien?

—Jade: No, tío Jackie. Tuve una pesadilla y siento que me enfermé —dijo Jade, más dormida que despierta.

—Tío: Ay yah, no debes dejar tu educación, señorita. Eres una estudiante destacada y debes mantenerte. Muchos videojuegos.

—Dijo el tío con su forma de hablar característica.

—Tohru: De hecho, Jade durmió temprano anoche.

—Jackie: Te espera un gran día en la escuela. Arréglate, ven a desayunar, y a la escuela. El día te ayudará a olvidarte de esa pesadilla.

—Jade: Muchas gracias a todos, voy a bañarme (Gran día, como no. Ver a mis compañeros que piensan que soy rara y mentirosa).

Los dos años transcurridos desde la derrota de Drago habían sido beneficiosos para Jade. Su físico se había fortalecido, su mente se había agudizado y su responsabilidad en la escuela era ejemplar. Incluso había sido aceptada en la Sección 13 como agente, bajo la tutela del Capitán Black. Y ahora, su decimoquinto cumpleaños se acercaba.

Pero mientras se preparaba para el día, una sombra de duda la acechaba. A pesar de su sonrisa y su suéter de capucha favorito, algo la inquietaba. En lo más profundo de su ser, Jade sabía que algo la distraía: las restricciones que aún sentía, la falta de oportunidades para explotar su potencial y, sobre todo, el sueño que la había perturbado la noche anterior

Yendo a su escuela, veía tantos sitios en los que había tenido tantas aventuras y los recordaba con nostalgia. Llegó a tiempo a la escuela y estaba lista para otro día de clase, aunque la llegada de un nuevo profesor y una estudiante nueva cambiarían por completo la vida de Jade.

El Regreso De La Reina De La Sombra De KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora