¿Aceptarías una segunda oportunidad para tener lo que has deseado y te han negado?
Después de que Jackie, Jade, y todo el equipo J se deshicieron de Shendu y Drago, la vida continuaba para todos, en especial para Jade, cuya llegada de un nuevo maest...
Jade estaba todavía transformada pero exhausta. Con la rodilla en tierra, muy débil, temblando, y con la respiración jadeante y agitada. No sabía si podría seguir luchando. Y por si fuera poco, aún estaba recuperándose de su purificación emocional. El enfrentamiento con Hsi Wu la había dejado exhausta tanto física como mentalmente. Con suerte, le quedaría la mitad de su fuerza.
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De repente, un sonido de aplausos rompió el silencio. Un sonido que, en ese momento, era lo peor que podía oír.
Era Zio, el monje que había conocido al principio de la guerra de los demonios. Zio se había presentado como un aliado, pero Jade no le había creído. Su mirada era malévola y su sonrisa, cruel. Ahora, revelaba su terrible plan ante Jade, que sentía cómo la ira crecía en su interior. Algo horrible estaba a punto de suceder.
—Zio: Bravo. Bravo. Y ahora, prepárate para aceptar que yo seré el supremo purificador de este mundo. Ya están hechos los preparativos para el regreso de Shendu. ¿Derrotarás a mi señor en su llegada, o yo seré el precursor de su ascenso? No importa. La máxima santidad, que soy yo, salvará al mundo de la oscuridad, y casi todo el trabajo está hecho. Tu esfuerzo ha sido útil a mi causa. Seré el máximo profeta que traerá la paz al mundo.
Jade sabía de su plan, pero quiso ver a dónde iba a llegar. Todos se sorprendieron al ver llegar a Zio, pero Jade no. Aunque esto estaba produciendo un gran enojo en ella.
—Jade: Zio. Entonces TÚ trajiste a los demonios a este mundo. Tú estuviste detrás de todo esto —dijo con evidente enojo y poniéndose de pie.
—Zio: ¿Y qué si lo hice?
—Jade: Pusiste en peligro todo y a todos en este planeta por tu locura.
—Zio: ¿Y qué si de paso te usé? Necesitaba a los otros demonios para poder cimentar su llegada. Una guerrera como tú no es ni comparable al poder de mi señor. Su omnipresencia cubrirá con su paz al planeta. Sabía que tú eras la perfecta... esclava —dijo con una risa burlona al final— Mucho mejor que cualquier otro sirviente. Por eso necesitaba alguien que me ayude, y tú dabas lo que necesitaba. Por eso necesitaba que los derrotes.
—Jade: ¿Quién eres?
—Zio: Sin embargo, necesitaba una seguidora para que obre en nombre de la voluntad de mi señor santo y así mostrar que él es el máximo salvador. Necesitaba a alguien que cubriera la destrucción, y tú fuiste la candidata perfecta. Debo añadir que estando tú en las sombras, con tus poderes, serías muy valiosa en la luz. Y agradezco que hayas hecho tan bien mi labor. Qué pena que seamos...
Enemigos
Y de pronto, le salieron dos espadas de las mangas de su ropa, las cuales sacaron cuchillas extra. Estas eran más grandes que las que vio en su encuentro con Derek hace tiempo. Ahora tenía dos espadas de siete hojas y eran más grandes y filosas, y además, estaban echando humo. Jade se puso en posición de combate porque ya sabía lo que venía, y el tono de la voz de Zio iba cambiando hasta hacerse más temible, demoniaca y oscura mientras hablaba. Sus amigos estaban listos para defenderla, pero él solo la quería a ella para eliminarla.
