La Nueva Reina Demonio Del Mundo. Tercera parte. Llamada Del Armagedón

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Mientras la Sección 13 se sumerge en el silencio de la derrota, sus mentes trabajan frenéticamente contra el reloj. Las heridas aún sangran, pero el dolor es un recordatorio de que la batalla aún no ha terminado.

La oscuridad de la noche se siente más pesada con cada minuto que pasa, y saben que el amanecer traerá consigo la luz de la esperanza o la sombra de la desolación. El Capitán Black, con la marca aún fresca en su cuello por la espada de Jade, se levantaba. Su mirada, una mezcla de furia y resolución, inspiraba a sus agentes a levantarse una vez más.

A estas alturas, el mundo se había convertido en un torbellino de incertidumbre y desesperación. Jade, con su valentía temeraria o su locura desenfrenada, había dejado una huella imborrable en la historia de todos. Había derrotado a sus enemigos, había tomado posesión de la bomba XZ, y ahora, con la oscuridad de la noche como su aliada, se preparaba para un acto final que podría cambiar el destino de todos.

La bomba XZ, un artefacto de destrucción masiva, yacía en sus manos. Su frío metal parecía susurrarle secretos oscuros mientras Jade la sostenía. ¿Para qué la usaría? ¿Cuál era su objetivo final? Nadie lo sabía con certeza. Solo quedaba la angustia de esperar el inevitable desenlace.

Exhausta, pero implacable, necesitaba un respiro. En medio de la tormenta, encontró refugio en lo mejor que tenía en su arsenal: su templo espiritual, al que entraba, meditando. Allí, rodeada de sombras y antiguos símbolos, buscó la calma que tanto anhelaba. El tiempo se distorsionaba en ese lugar sagrado: tres días se habían convertido en un mes, y dos horas se estiraban como si fueran semanas. Pero no podía descansar por mucho tiempo. La batalla final se avecinaba, y sus amigos esperaban. Inicialmente.

La Sección 13, en su base maltrecha, luchaba por mantener la calma. Soldados heridos, pero ninguno muerto. Jade parecía haber mostrado una extraña decencia al evitar bajas fatales. Sin embargo, su habilidad para desvanecerse en las sombras dificultaba cualquier intento de capturarla. La tensión en la agencia era palpable; estaban en guerra, y Jade era la amenaza más impredecible que habían enfrentado.

 La tensión en la agencia era palpable; estaban en guerra, y Jade era la amenaza más impredecible que habían enfrentado

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Jackie, el Capitán Black, el tío y Tohru se reunieron en una sala. Sus rostros reflejaban la gravedad de la situación. ¿Era Jade parte de la familia o un enemigo despiadado? Las líneas se habían difuminado. El reloj marcaba poco más de las 2 de la madrugada, y el amanecer traería consigo la respuesta. ¿Qué iba a acabar? Nadie lo sabía, pero todos compartían una certeza: Jade debía ser detenida, incluso si eso significaba su eliminación.

Así, en la oscuridad de la noche, los destinos se entrelazaban. La calma de Jade contrastaba con la pesadilla que se avecinaba. Y mientras el mundo aguardaba su destino, la pregunta persistía: ¿qué iba a acabar al amanecer?

La sala de reuniones seguía cargada de tensión. Las voces de Jackie, Tohru, el tío y el Capitán Black se entrelazaban en un debate sin fin. ¿Cómo enfrentar a Jade? ¿Qué hacer con la bomba XZ? El reloj avanzaba inexorablemente.

El Regreso De La Reina De La Sombra De KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora