Entrega A Prueba De Muertes

34 13 1
                                    

2 meses desde la desaparición de Jade

Jade había estado entrenando de manera muy ardua desde su desaparición, pero sobre todo, estaba conociendo más cosas sobre su cuerpo y sus habilidades. Entrenaba con todas las tribus de la Sombra De Khan, incluyendo a los más grandes de todos. Al principio, derribar a uno le costaba trabajo. Ahora podía entrenar con 10 a la vez. También, muchas veces pasaba tardes enteras en la biblioteca. Se le notaba que era muy responsable.

En ese momento, Jade llegaba de conseguir comida cerca y Tarakudo andaba meditando, cuando le llegó la revelación de algo que pensaban que ya no existía, pero si lo había, debían conseguirlo como puedan y rápido: otro juego de talismanes de Shendu. Luego de que Jade dejó la comida en la cocina del templo, llamó a Jade a la sala principal para contarle lo ocurrido.

—Tarakudo: Jade, hay una nueva misión. Iremos juntos esta vez.

—Jade: Escucho.

—Tarakudo: Encontramos un nuevo juego de talismanes de Shendu.

—Jade: ¿Pero no que se los habían llevado cuando fue capturado?

—Tarakudo: En efecto fue así. Y sé que tú hiciste que los absorba en su cuerpo para así enviarlo de regreso al mundo de los demonios. Pero parece que hay un segundo juego del que nadie sabía, y debemos recuperarlos.

—Jade: ¿Dónde están?

—Tarakudo: En Israel. Específicamente, en Jerusalén.

—Jade: Una ciudad religiosa con reliquias demoniacas. Voy a disfrutar esto. Tenemos que ir a buscarlos antes de que alguien más los quiera.

—Tarakudo: Ve a arreglarte y saldremos de inmediato.

En cuanto escuchó eso, Jade salió corriendo a su habitación, emocionada por la nueva misión que se avecinaba. Tenía una nueva versión de su vestido, estaba bien peinada, pero sobre todo, muy motivada por todo esto. Jade quería ir descalza al viaje, y aunque se lo permitió Tarakudo, por ratos iba con zapatos acordes al vestido, o también con botas de tonos similares. Y Tarakudo, iba como el sabio de la tienda; alguien que causaba impacto en la gente Jade con una versión mejorada de su vestido. Podía ir con botas, pero quería ir descalza.

Cuando ambos estaban listos, pensaron en una forma de llegar ahí sin levantar sospechas o una persecución innecesaria.

—Tarakudo: Encontré los talismanes en un templo antiguo. Llegar en un jet nos tomará 6 horas.

—Jade: Por mucho que me guste viajar así, debo permanecer oculta. La Sección 13 todavía me pisa los talones.

—Tarakudo: ¿Tu transporte favorito?

—Jade: Mi transporte favorito.

Jade se sentía mejor que de vacaciones cuando se transportaban en las sombras. Se sentía como una niña pequeña y andaba gritando de la dicha como si no hubiera un mañana. Esto era todo lo que ella había deseado, soñado, y más. Tener el templo, mucho dinero, sus habilidades, aprender en la biblioteca, meditar, poder pelear, vivir aventuras, era lo que quería con muchos bonos.

Al llegar a Jerusalén, Jade tenía su aspecto humano con su vestido deseado. Era muy cómodo y fresco para el clima de Jerusalén, y tener cuchillas en los hombros resaltaba más su fuerza. También recorrieron las calles, conocían el mercado, las calles, la gente, y para no llamar la atención y tratar de mostrar, algo de respeto, por la cultura que oprimía a las mujeres, se puso su máscara y andaba encapuchada también. Habían cambiado algo de dinero para poder manejar la moneda local. Todo estaba muy tranquilo y de pronto, sintieron que querían atacarlos y asaltarlos. Bajo situación normal, de ahí no salen con vida. Pero siendo un rey y una reina demoniacos con sus habilidades... esto no acabaría nada bien, y era obvio para quien.

El Regreso De La Reina De La Sombra De KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora