¿Aceptarías una segunda oportunidad para tener lo que has deseado y te han negado?
Después de que Jackie, Jade, y todo el equipo J se deshicieron de Shendu y Drago, la vida continuaba para todos, en especial para Jade, cuya llegada de un nuevo maest...
Ya era el día de la gran función, y eran las 11 de la mañana, con un día soleado y despejado, mientras todos los miembros de la Compañía estaban ensayando la obra. Ya la tenían ensayada totalmente, pero estaban puliendo los últimos detalles.
Jade, disfrazada de Lynx, estaba actuando su papel de concubina borracha, que se enamoraba del héroe de la historia, interpretado por uno de sus compañeros. Sin embargo, su verdadero objetivo era esperar la aparición del demonio trueno, que, conociendo ya el historial previo, se manifestaría en un estudio de Hollywood y vendría al sitio que sería su nuevo templo, el cual, era el teatro donde todos se encontraban ensayando: Un lugar lleno de arte y de pasión.
El ensayo iba bien, y los actores y actrices se movían con gracia y precisión, siguiendo las indicaciones de Wing, que parecía estar llorando de alegría por ver a sus miembros de la Compañía que se superaban cada vez más. Jade demostraba su habilidad y talento, saltando, girando, esquivando y golpeando con elegancia y destreza. Los demás miembros de la compañía se admiraban y apoyaban mutuamente, además de prepararse para salir al escenario cuando les tocara su turno.
El ensayo llegó a su clímax, cuando el héroe y la concubina llegaban al salón del trono, donde se encontraba el emperador, que resultaba ser el villano de la historia. El emperador revelaba que él era el responsable de una conspiración para derrocar al verdadero emperador, que estaba encerrado en una mazmorra. El héroe y la concubina se enfrentaban al emperador y a sus secuaces, en una batalla épica y espectacular. Jade y su compañero se coordinaban perfectamente, combinando sus ataques y defensas, y demostrando su química y su amor.
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Pero entonces, algo inesperado ocurrió. En medio de la batalla, un rayo cayó del cielo y golpeó el techo del teatro, causando un estruendo y una explosión. Los actores y actrices se asustaron y se detuvieron, pensando que era un efecto especial, pero también que algo había salido mal. Wing se sorprendió y se preocupó, y miró hacia arriba, buscando la causa del incidente. Jade también se sorprendió, pero sintió una mezcla de miedo y emoción. Y cuando se fijaron adecuadamente sobre qué había pasado, era obvio lo que sucedía. Tchang Zu, el demonio trueno, había llegado al teatro para causar el caos y apoderarse de él.
En ese momento, llegaron los amigos de Jade, ya que irían a almorzar y Jade había pedido que vayan a recogerla, pero no participarían en la batalla a menos que Jade lo pidiera. Por un momento, Jade tuvo la idea de tratar de manipular al demonio y convencerlo de que sería su aliada y lo ayudaría a conquistar el templo, pero estaba con su máscara de Lynx y casi ni había hablado. Sin embargo, esta vez, el demonio ya venía preparado, y con 5 demonios ya derrotados, ahora no podría confiarse de ninguna manera. Afortunadamente, el maquillaje mágico de Wing le permitía a ella y a los actores atravesar objetos sólidos. Aunque todos andaban paralizados de miedo, la misión de Jade era protegerlos y enviar al demonio de regreso a su mundo.
Por un momento pensaron que era una simple broma, pero luego de ver semejante agujero en el techo del teatro, lo que ocurría era totalmente real. Jade fue la única que se lanzó a correr y combatir, y de inmediato se volvió el objetivo del demonio. Usaba unos guantes de goma para repeler la electricidad, y que si fuera atacada, desviaría los rayos. Le lanzaba objetos y usaba lo que pudiera de la utilería para atacar al demonio y apoyar sus movimientos. Era una batalla bastante pareja, aunque bien sabía que si la atacaban, podía ser el final inmediato para ella. Cada relámpago que veía que el demonio lanzaba y escuchaba era una señal de advertencia. Pero Lynx, con su valentía, corría hacia el demonio y lo golpeaba y atacaba con lo que pudiera. Aunque no podía evitar sentir la adrenalina y el miedo por todo esto que pasaba.
