Coma. Segunda Parte: Terapia Maligna

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Jade se sentía atrapada en un vórtice de frustración y desesperación. Estaba atrapada en un mundo desconocido que no tenía posibilidad de escape, y aún si pudiera huir, ¿a dónde iría? Los caminos se extendían ante ella como laberintos sin salida, y la única compañía que tenía eran los monjes y la Reina, figuras que representaban tanto sabiduría como misterio.

—Jade: ¿Cómo es posible que haya terminado aquí? Este lugar no estaba en mis planes. Ahora estoy varada, rodeada por estos monjes y la reina. ¿Qué ironía, no? ¿Cómo podré encontrar la salida?

La voz de Jade resonaba con un eco de ira y confusión en el vasto vacío. Uno de los monjes se descubrió el rostro, revelando una figura familiar: Viper. Jade parpadeó, creyendo que era una alucinación, una esperanza efímera en este mundo extraño.

—Jade: ¿Viper? —preguntó con una mezcla de sorpresa y duda.

—Viper: No soy quien crees. He tomado la apariencia de tu amiga para comunicarme contigo. Estás aquí porque queremos ayudarte, considerando la encrucijada en la que te encuentras. Eres una estudiante excepcional, inteligente, hábil, atlética, aventurera, arriesgada, pero aún no has alcanzado tu máximo potencial.

El otro monje se reveló, mostrando la imagen del Capitán Black, y le ofreció palabras de guía y sabiduría.

—Black: Te encuentras en este lugar porque mereces mucho más de lo que has recibido hasta ahora. Tu amiga, la temible reina de la sombra de Khan, es astuta y persuasiva. Rebelde y desafiante, pero con un enfoque claro en sus objetivos. Me impresiona su capacidad. Si ella es un reflejo de ti, entonces tienes mucho que ofrecer al mundo. ¿Por qué negar el potencial que yace dentro de ti?

Sin embargo, lo que la Reina estaba a punto de revelar dejaría a Jade helada hasta los huesos.

—Reina: La verdad es que he estado contigo todo este tiempo. Me aburría estar en tu mente sin actuar, así que decidí salir. Fui yo quien te envió al hospital. Sí, tu cuerpo está allí ahora, al borde de la muerte. Incluso los médicos ya te consideran perdida. Estarás aquí por un tiempo, así que acostúmbrate. Necesitaba verte en privado, y aquí me tienes. Ahora estoy completamente despierta, tengo control de mi cuerpo y también de ESTO.

Con un movimiento repentino y feroz, la reina atacó a Jade, arañándole los brazos con sus garras afiladas como cuchillas.

—Jade: ¡AAAAHHHH!

Jade se sujetó las heridas, intentando inútilmente detener el flujo de sangre que brotaba entre sus dedos.

—Reina: ¿Y si no quiero irme? ¿Y si deseo tomar control de tu cuerpo y de tu vida? Podría regresar a tu mundo siendo tú. No te preocupes, no es tan malo. Solo recuerda, si mueres aquí, NUNCA DESPERTARÁS.

—Jade: ¡MALDITA SEA!

La reina continuó su ataque, desgarrando el pecho de Jade, dejando su ropa en jirones y manchada de sangre. Jade comenzó a palidecer, pero su espíritu indomable la impulsaba a resistir y buscar una salida. Las heridas que tenía eran graves, necesitaban sutura, y sin atención médica, estaba claro que moriría desangrada.

—Reina: Este vestido me queda bien, y las botas también, aunque prefiero estar descalza. Estas garras son hermosas, ¿no crees? Perfectas para DESGARRAR Y DESTROZAR.

—Jade: ¡AAAAAAHH! CUANDO SALGA DE AQUÍ, TE HARÉ PEDAZOS.

La reina le arañó el estómago, y Jade cayó de rodillas, luchando por mantenerse consciente a pesar de las heridas que amenazaban con acabar con su vida. Aun así, se mantuvo desafiante, negándose a rendirse.

—Jade: ¿Es así como terminaré? ¿Atrapada en esta casa de los horrores?

—Reina: Así es. Pero antes, hagamos un pequeño viaje por el túnel de los recuerdos...

El Regreso De La Reina De La Sombra De KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora