La Nueva Reina Demonio Del Mundo. Cuarta parte. Venganza Afilada

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Jade ya estaba esperando en el Puente Golden Gate, observando con ojos fríos y calculadores a lo que quedaba de la Sección 13. Mientras ella avanzaba con sus amigos, sus enemigos se acercaban armados con lo poco que les quedaba. Jade lideraba el frente, con sus amigos detrás de ella, manteniendo una distancia prudente. La Jade del futuro también estaba presente, y para empeorar las cosas, ambas estaban transformadas en sus versiones malignas. Si alguien se atrevía a atacarlas, se enfrentaría a lo peor.

Jade tenía una sonrisa siniestra en su rostro, mientras toda la agencia le apuntaba

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Jade tenía una sonrisa siniestra en su rostro, mientras toda la agencia le apuntaba. No se movía, solo sonreía. Su tranquilidad era inquietante. Como se esperaba, todos los agentes dispararon a Jade cuando el Capitán Black dio la orden.

—Black: ¡¡¡FUEGO!!!

Una nube de humo se levantó y los sonidos de disparos inundaron el aire. Los amigos de Jade se asustaron al ver la escena, pero Jade permanecía impasible. Sus amigos, que observaban desde el principio, casi querían gritar, pero la Jade del futuro los tranquilizaba. De repente, Jade emergió del humo, caminando sin una sola herida. Abrió sus manos y dejó caer todas las balas que le habían disparado. Todos se quedaron atónitos ante la facilidad con la que había logrado eso.

Jade tenía los ojos cerrados cuando apenas soltaba las balas. Y cuando abrio los ojos, su mirada había cambiado. Era una mirada de muerte. De alguien que va a luchar hasta el final, y que ya no tiene nada que perder. Incluso, que está preparado para morir.

—Jade: Y eso no es nada. Esperen a ver esto.

Jade sacó su espada y lanzó un ataque eléctrico al suelo, sacudiendo a sus enemigos y derribándolos.

—Agente: ¡ATAQUEN!

La batalla estalló de inmediato. Jade esquivaba los disparos con una agilidad sobrehumana, mientras los agentes usaban lo poco que les quedaba de armamento. Nadie anticipaba que Jade tenía un plan B. Mientras todos estaban ocupados en la batalla, sus ninjas invadían la Sección 13. Los ninjas aparecían de todas las tribus, aumentando en número: 10, 50, 100, y pronto, eran 1000. Más que suficientes para cualquier cosa que Jade deseara.

En poco tiempo, el lugar se convirtió en un campo de batalla feroz. Entre magia, balas conjuradas y espadazos, todo era un caos. Jade cortaba las armas de la agencia como si fueran de juguete. Escopetas, pistolas, rifles, ametralladoras, nada podía detenerla. Jade era tan rápida que esquivaba las balas con facilidad.

—Jackie: Yo no le enseñé eso. ¿Cómo aprendió a moverse así?

Cuanto más atacaban, más se acercaba Jade, cortando armas y derribando agentes con puños y patadas. Jade era tan rápida que a veces resultaba difícil seguirle el ritmo. Su objetivo era ganar tiempo, hasta tener a la agencia lo suficientemente derrotada y distraída para ejecutar su plan maestro. Repelía los hechizos de su tío y de Tohru como si fueran insignificantes. Los mejores conjuros no le afectaban. A veces, Jade fingía estar herida, pero apenas tenía rasguños. Una que otra herida leve, pero nada grave.

El Regreso De La Reina De La Sombra De KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora