El Regreso De La Reina De La Sombra De Khan

Viaje De Exploración. Cuarta Parte. Recojamos Los Premios

Era el tercer día del campamento y Jane quiso volver con las exploradoras maravilla a seguir aprendiendo y relajarse. En muy poco tiempo había mejorado y cambiado bastante. El casi ahogarse la cambió demasiado. Ya todas se habían arreglado y estaban desayunando cuando llegó Jane con las exploradoras, y como vio que estaban desayunando, un segundo desayuno no le vino mal. Saludó a todas y se acomodó en su respectivo puesto en la mesa.

—Jane:... Hemos hecho varias actividades de campamento, pero lo que viví con ustedes, hasta lo viviría de nuevo. Me puse a pensar respecto a quién soy, lo que soy, lo vivido, y hasta vi a Jade volar anoche. Sin duda que quiero lograr mucho más.

—Jade: ¿En verdad me viste?

—Jane: Así es. Me encantaría vivir algo así alguna vez.

—Jade: Si te comportas, hasta te brinde un paseo. ¿Y cómo te ha ido en tu campamento?

—Jade: Ha estado bueno, pero un poco aburrido. Seguiré con mi tropa, pero no indica que no pueda seguir aprendiendo con ustedes. También aprendo rápido.

—Alice: Hasta hicimos un ejercicio para revisar lo que cada quien quería para su vida, sus sueños, metas, y nos encantó.

—Jane: Que bien. ¿Puedo hacerlo yo también?

—Jade: No veo razón para decir que no. Reflexiona en todo lo que deseas para tu vida, lo que te gusta, lo que quieres, lo que anhelas, aunque hay un detalle sencillo extra. Solo tienes que pintarte la cara de azul. Toda la cara.

—Jane: No hay problema. Adelante.

Luego de pintarle la cara a Jane, ella en efecto parecía otra. Lo que había pasado la cambió mucho. Claro que también era necesario limpiar las cabañas, pero al final, con todo lo ocurrido, sería mucho más divertido, y además, había muchos materiales de limpieza que les facilitaron el trabajo y mucho.

—Jade: Vengan. Exploradoras, vamos a caminar un poco. Luego vamos a lavar las cabañas. Descuiden. No será con esponjas.

—Todas: Ja, ja, ja.

Al principio, por la forma en que lo dijo, se imaginaban que sería otra caminata aburrida, pero Jade les tenía una sorpresa a las exploradoras. Y con las habilidades que había mostrado y luego de sus chocolates, algo de limpieza sería lo de menos.

La ruta se les hacía algo conocida a las exploradoras. Sentían que habían caminado por ahí antes, pero no recordaban bien el porqué. Al final, el sitio a donde llegaron, les refrescó la memoria totalmente: era el río donde casi son arrastradas por la corriente, pero lo interesante, es que fueron justo al borde del precipicio. Y tal como pudieron notar, había una cascada, y a juzgar por la altura, salir vivo de semejante caída era casi imposible.