¿Aceptarías una segunda oportunidad para tener lo que has deseado y te han negado?
Después de que Jackie, Jade, y todo el equipo J se deshicieron de Shendu y Drago, la vida continuaba para todos, en especial para Jade, cuya llegada de un nuevo maest...
La guerra entre Jade y la Sección 13, la cual apenas había empezado, estaba siendo una de las más épicas y peligrosas que se han visto en la historia. Jade había derrotado a sus enemigos en una primera batalla, pero los había dejado ir para que planearan su siguiente movimiento. Y además, ya tenía un plan: conseguir los componentes de la bomba XZ y luego armarla para hacerla volar. Pero su motivación iba más allá; quería demostrar que era superior a todos ellos a su manera única.
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Pero el Capitán Black llamó a más agencias gubernamentales para detener a Jade a cualquier costo. Ya no era más la sobrina de Jackie y la niña querida que todos adoraban: ahora era un demonio que debía ser detenido a cualquier costo, además de ser considerada un objetivo nacional. Jade estaba meditando en el depósito que tanto cariño le había agarrado, y en donde podía estar en paz. Con tanta gente buscándola, sentía ese lugar como su nuevo hogar, y además, era su mejor, y prácticamente, su único escondite. Estaba sentada con los ojos cerrados, y tan pacífica. Pero en la sede de la agencia, todo se había ido al caos. Cuando ya había llegado el momento del ataque, Jade decidió atacar la base y robar lo que ella quería, sin importarle las consecuencias. Además, a estas alturas, ¿qué habría que perder? Sin mencionar que tenía a todos sus amigos escondidos en otro sitio seguro, protegido incluso de la Sección 13. Ella ya se había anticipado que si atacaban, sus amigos estarían desprotegidos, y los usarían como moneda de cambio, pero ella iba muy por delante de todos.
La Sección 13 estaba en alerta máxima y habían cerrado, sellado y bloqueado la base para evitar que Jade entrara. El Capitán Black sabía que Jade era una amenaza muy seria y que debían detenerla como sea. Ya había sobrepasado todos los límites, y aunque el tío, Jackie, y Tohru, inicialmente, eran los únicos que conocían a Jade y que podían tener alguna esperanza de detenerla, en este momento, ya las formalidades estaban en el desperdicio.
—Capitán Black: No entiendo a Jade. ¿Por qué nos deja ir al vencernos así? Pudo habernos eliminado, y simplemente se fue sin más.
—Jackie: Jade es muy inteligente y astuta. Es evidente que tiene un plan. Y ahora debemos anticiparnos a lo que sea que quiera. Algo quiere robar. ¿La pregunta es, qué?
—Capitán Black: No sé con certeza. Pero seguramente está detrás de los talismanes nuevamente.
—Jackie: Pero no tiene sentido. ¿Si los devolvió y ahora los quiere otra vez, que planea?
—Capitán Black: Lo que sea que busque, debemos estar preparados. Toda la seguridad fue reforzada, y tenemos a todo un ejército para enfrentar a Jade.
Mientras tanto, el tío y Tohru andaban investigando sobre todo hechizo posible que pudiera detener a Jade, con tal de eliminar su esencia demoniaca, dejando solo su esencia humana, sin que eso acabara con su vida.
—Tío: La magia debe vencer a la magia. Debemos encontrar un hechizo que elimine la oscuridad de Jade y rompa su vínculo con la reina.
—Tohru: Pero sensei. Ya revisamos todos los hechizos posibles en bibliotecas, museos, sitios históricos, y nada cumple lo que necesitamos.
