¿Aceptarías una segunda oportunidad para tener lo que has deseado y te han negado?
Después de que Jackie, Jade, y todo el equipo J se deshicieron de Shendu y Drago, la vida continuaba para todos, en especial para Jade, cuya llegada de un nuevo maest...
Era ya el tercer día del entrenamiento y Jade y Viper debían llegar al gimnasio a entrenar a una sala particular. Tarakudo se había encargado de preparar todo lo necesario para que puedan prepararse para la guerra. Con sus habilidades, había construido una sala debajo de un gimnasio cercano, y la entrada era por los baños, en uno de ellos que le habían puesto un letrero que decía "Fuera de servicio".
Ese baño era un acceso secreto que funcionaba como ascensor al soltar el agua, y cuando llegaban, era una sala de combate japonés sumamente adecuada a las necesidades y amplia. Jade y Viper estaban impactadas porque, incluso en tamaño, parecía dos veces el apartamento de Viper.
Ese día en cuestión, al llegar a la sala, había 100 ninjas esperándolas. Viper se empezaba a acostumbrar a verlos, pero para Jade, todo eso era cualquier cosa menos algo bueno. Les hicieron calle de honor para llegar al centro de la sala, y Jade le dijo que se prepare, porque era obvio lo que les esperaba. Pero cuando vio un detalle en particular, vio que las cosas iban a peor: 40 Samurái y 20 guerreros Sumo para empezar. Los demás eran los ninjas clásicos.
Y en cuanto llegaron al centro, empezó el combate.
—Tarakudo: ¡ATAQUEN!
Se lanzaron todos a atacarlas y sorpresivamente, Jade y Viper se defendían muy bien. Los esquivaban muy rápido y mientras Jade mejoraba mucho en el combate, Viper debía mantenerse al corriente. Era sorprendente la gran cooperación que tenían al combatir. Se apoyaban mutuamente, se agarraban para atacar a los rivales, saltaban y se movían, giraban una sobre la otra, lanzaban puños y patadas a puntos precisos, Jade manejaba muy bien sus habilidades de combate y Viper aprendía demasiado rápido. Aun a los guerreros sumo, que eran muy grandes y resistentes, les daban golpes en puntos precisos que los debilitaban y hacían que se desvanezcan. Ambas detenían espadas con las manos, y también Jade identificaba qué puntos golpear, y Viper veía los puntos de ataque.
Al final, luego de 10 minutos, por fin los vencieron. Patadas, puños, sombras, acrobacias, la espada de Jade, Viper adaptándose con lo que hubiera, verlas correr sobre las cabezas o cuerpos de los ninjas, era casi una obra maestra de combate. Recién cuando pudieron descansar, Tarakudo las saludó y les dio la bienvenida.
—Tarakudo: Bienvenidas. Muy buen trabajo. Muy buena batalla.
Viper no estaba preparada para ese nivel de batalla. Sentía que iba a vomitar sangre. Le dieron una bebida que parecía gaseosa de manzana con leche condensada, y aunque tenía buen sabor, le ayudó a recuperarse. Era justo lo que necesitaba. Jade también recibió la misma bebida y se recuperó con rapidez.
—Tarakudo: Eso fue la bienvenida. Esto fue para evaluar sus habilidades, y admito que les fue bastante bien. Hablemos de lo ocurrido aquí. Cómo les fue. Qué usaron.
En efecto, ambas dijeron que se habían movido como nunca. Se daban miedo de lo que podían lograr ahora. Eran mucho más hábiles y precisas. Viper no había hecho nunca antes los movimientos que hizo en esa batalla. Se daba miedo, y aunque parecía que no era tan fuerte, en realidad, sus ataques tenían una técnica sumamente precisa.
Luego de que se recuperaron y descansaron un rato, fueron a una nueva sala de entrenamiento. Al principio, estaban confundidas, ya que era solo una sala con un cilindro enorme en el centro.
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