¿Aceptarías una segunda oportunidad para tener lo que has deseado y te han negado?
Después de que Jackie, Jade, y todo el equipo J se deshicieron de Shendu y Drago, la vida continuaba para todos, en especial para Jade, cuya llegada de un nuevo maest...
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Era la mañana del segundo día de la convención mágica, y en su cuarto propio, Jade estaba apenas despertando y totalmente de maravilla. Luego de acomodarse, pidió su desayuno con lo que quisiera, y en efecto, se lo llevaron a su habitación. Por los gastos no debía preocuparse para nada, y sin duda se sentía como toda una reina. En especial, cuando su comida fue llevada a su habitación. Según el menú, había pedido unos huevos americanos, los cuales eran huevos con carne y picante. Estaban buenos y tenían su sabor distintivo. Un poco picantes, pero muy deliciosos. Y claro, un batido de chocolate para acompañar el desayuno no le vino mal.
Estaba pensando en cómo le había ido con Amelie la noche anterior. La bebida que le dio sin duda era deliciosa, nutritiva, y purificadora. Luego de tomarla, sintió su sangre más limpia, le dio mejor aliento, y le ayudó a fortalecerse. Sabía a helado de chocolate con menta. Le ayudó a Jade, la hizo brillar y era muy relajante. Sin duda que le ayudó mucho. Después de devolver las bandejas de su comida, se fue a bañar, se arregló, y fue a recorrer la convención. Se antojaba de una que otra cosa, y quiso comprarse un collar de amatista y obsidiana nuevo. Era muy llamativo. Sencillo y muy bello.
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Luego de eso, quiso ir a un tour de bus por la ciudad y eso hizo. Cuando llegó al sitio de buses de tour, luego de pagar el servicio, le pusieron una pulsera que indicaba que estaba con el servicio pagado, y que en un periodo de 24 horas, podía montarse a los buses tantas veces como quisiera. Se fue a su tour, y como no conocía la ciudad, quiso conocerla y tomar fotos. Por otra parte, el tío y Tohru se quedaron en el hotel estudiando. Hasta que llegara la hora de clase, Jade quiso divertirse, y todos podían ir a donde quisieran.
Jade estaba encantada y se sentía en la gloria. Toda una reina. Salió con sus gafas de sol a recorrer la ciudad, y viendo los casinos, suspiraba y se imaginaba cómo sería causar el caos, asaltarlos, volverse una de las más buscadas del mundo, era hasta una obra de arte. Tantos casinos listos para ser vaciados por la reina de la oscuridad. Casi hasta le salían lágrimas de alegría por eso.
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