El Regreso De La Reina De La Sombra De Khan

Epílogo

Tan pronto como se desvaneció el destello de luz, la bomba XZ estalló con una fuerza descomunal, consumiendo todo en su camino. Jade, sus amigos, y todos los presentes, fueron tragados por la vorágine de la explosión. La bomba, con su velocidad y poder inimaginables, arrasó con San Francisco en segundos, extendiendo su destrucción a todo Estados Unidos en minutos, y en dos horas, el continente americano quedó reducido a escombros.

La onda expansiva no solo destruyó edificios y ciudades, sino que también borró la vida de millones. Autos, bosques, y países enteros desaparecieron como si nunca hubieran existido. La pérdida fue incalculable; no solo se perdieron vidas humanas, sino también la riqueza cultural y natural que habían sido el orgullo del continente.

Al final, incluso desde el espacio, el continente americano fue borrado del mapa terrestre. La Tierra quedó marcada por una cicatriz invisible, pero profunda, como un recordatorio eterno del poder destructivo que había sido liberado ese día.

La tragedia dejó un vacío en el corazón de aquellos que sobrevivieron, como un sentimiento de pérdida y tristeza que se extendería a través de las generaciones. La memoria de aquellos que habían desaparecido se mantendría viva en los recuerdos de los vivos, un homenaje a la vida que una vez floreció en aquel lugar ahora perdido para siempre.

Reportaje de noticias

—Reportero: ... Y ahora, nos llega una noticia terriblemente devastadora que ha sacudido al planeta entero de la peor manera posible. En un acto de terror inimaginable, el continente americano ha sido víctima de su Juicio Final. Un atentado terrorista ha condenado a todos los habitantes de América a un destino trágico y sin precedentes.

Por razones aún desconocidas y sin dar tiempo alguno para una alerta, según los reportes iniciales, una bomba fue activada en el icónico Puente Golden Gate en San Francisco. La explosión resultante ha acabado con toda forma de vida en el continente. El continente americano ha sido borrado del mapa para siempre.

La humanidad ha sido testigo de su propia destrucción. Y la arrogancia y la violencia han llevado a este trágico desenlace. Que este sea un recordatorio eterno de las consecuencias de nuestros actos. Los informes preliminares indican que no hay sobrevivientes. La tasa de mortalidad se cuenta por cientos de millones de habitantes. La magnitud de esta tragedia es inconmensurable. Nuestros corazones y pensamientos están con los ciudadanos de América.

¿O tal vez no?