Carrera A Chatarrera

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—Jade: Jackie. Saldré a trotar. Ya regreso —dijo emocionada

—Jackie: Muy bien. Pero no vuelvas tan tarde.

Considerando su nuevo comportamiento y actitud, Jackie no puso problema para que Jade salga a trotar esa noche. Sin embargo, ese no era su plan como tal. En cuanto estuvo en un sitio seguro, se cambió de ropa a su atuendo de combate, se transformó, despegó, y se fue volando hasta el basurero de autos.

Jade estaba que no se cambiaba por nadie. Había usado sus habilidades de vuelo en el campamento de las exploradoras para ayudar y entrenar, pero aquí, usar eso para su propio gusto, era algo que le encantaba y estaba hasta llorando de alegría.

—Jade: Muestra lo que sabes, demuestra lo que vales.

Jade ya volaba muy bien, aunque sentía que le faltaba práctica pero muy poca. En efecto, había mejorado mucho en apenas en un par de semanas, y en cierto momento, encontró a Tarakudo. Lo saludó, le contó de su semana, y continuaron volando juntos. Jade estaba tan dichosa porque incluso, volar le gustaba demasiado, pero estar con alguien que la comprenda y apoye tanto, era lo que tanto necesitaba. Le explicaba a Jade cómo volar mejor, más despacio, más rápido, y en efecto aprendía en muy poco tiempo; casi parecía que se aburría al volver a las lecciones básicas, pero todo esto le ayudaba a pulir posibles fallas que tenga.

Todo esto hizo que recuerde tantas aventuras con los talismanes; estaba que no se cambiaba por nadie. Lucy, su profesor, y Tarakudo habían guiado a Jade por semanas y en efecto, todos sus entrenamientos estaban rindiendo frutos. En un momento en particular, Tarakudo le pidió a Jade que lo siga por determinadas rutas que iba ideando en el momento, además de aconsejarla.

—Tarakudo: Vuela por donde quieras, vuela con libertad, eres parte del viento y el cielo.

Jade estaba incluso llorando por todo esto, y en cierto momento vio que Tarakudo había aterrizado en un punto del basurero. Sacó un tarro de pintura roja, una brocha, y pintó una línea en el suelo y en unos autos. Jade se secó las lágrimas de alegría, aunque también se preguntaba para qué hacía eso, y obtuvo su respuesta.

—Tarakudo: Ahora haremos un ejercicio de vuelo. En esta primera ronda, tú me vas a perseguir volando. Yo voy a volar por donde quiera usando únicamente el basurero entero como camino, pero al final, debo cruzar por esta línea. Como mínimo, hay que volar por un minuto y medio. Puedes tomar cualquier ruta que se te ocurra. Al cruzar por aquí luego de dicho tiempo, acaba el ejercicio. Sin embargo, si te quedas demasiado atrás, el ejercicio debe empezar otra vez. Pero si logras alcanzarme y rebasarme por 10 segundos, el ejercicio acaba y lo ganas automáticamente. La cuestión no es tanto que sea una carrera, sino manejar bien tus habilidades y exigirte un poco más para poder avanzar más en tus conocimientos de vuelo. Además, como regla adicional, ninguno de los dos puede usar habilidades de combate o ninguna habilidad oscura de ningún tipo: solo las habilidades de vuelo.

Se prepararon en un punto que, inicialmente, estaba apenas a un par de pasos de la línea roja marcada, pero hasta que no se cumpla el plazo, no podía cruzar ninguno de los dos por ahí. Esa era la línea de meta. Colocaron un reloj para marcar el inicio y en cuanto la primera alarma sonó, despegaron ambos al mismo tiempo.

 Colocaron un reloj para marcar el inicio y en cuanto la primera alarma sonó, despegaron ambos al mismo tiempo

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El Regreso De La Reina De La Sombra De KhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora