Sangre y destrucción

324 62 13
                                    

Cuando Madara revisó el cuarto de los chiquillos. No estaban allí.

No le costó nada suponer que seguramente estaban durmiendo en su cama otra vez. Y al abrir la puerta, lo confirmó.

Cuando se acercó a la cama, notó que todos los mocosos no estaban dormidos. Lo fingian, pero sus sonrisitas y respiración exagerada los delataba. El único que realmente estaba cómodo sobre su almohada y descansando era Sasuke.

El mayor puso sus manos en su cintura, ladeando la cabeza y mirando fatigado al techo.

-Otra vez no me han hecho caso. ¿Cierto?-

Los chiquillos no se movieron, al menos, eran buenos al mantener sus posiciones.

Madara no quería esperar demasiado. El día le había resultado agotador. Y no tenía ganas de seguirles el juego a los chiquillos.

Le hizo cosquillas en el pie a Inabi, que no pudo contener su risa y empezó a patalear. Como consecuencia, el resto de mocosos soltaron risillas.

-¡Jajaja! Basta, Inabi. ¡Nos delataste!- Shisui fue el primero en sentarse en la cama.

-¡Ahh! Estábamos haciéndolo bien.- Kagami suspiró.

Obito se mantenía con los ojos abiertos, admirando la armadura del azabache.

El mayor suspiró, agotado pero contento de que al menos los chiquillos no tuviesen los ánimos por el suelo después de haberles dejado solos todo el día.

Arqueó una ceja al notar al pequeño Óbito fascinado.

-¿No te gusta? El herrero siguió a rajatabla tu diseño, mocoso. Pero puedo cambiarlo si quieres.-

-Es perfecta.-

El azabache sonrió y se sentó al borde de la cama.

-Bueno, ahora que están despiertos supongo que puedo aprovechar para hablar de algo importante.-

Kagami bufó fastidiado.

-¡Yo se lo dije a Shisui! Si es porque no lavé los platos, es que me aburre demasiado. Y quería jugar con Inabi a la guerra de nieve.-

-Tus guerras de nieve siempre terminan llenando todo el suelo de la casa y luego tengo que barrer!- Shisui parecía plantear este tema con absoluta seriedad.

En respuesta, Kagami arqueó los hombros.

-Ya, pero jugar en el patio no es tan divertido porque no hay lugares donde esconderse.-

Itachi entrecerró los ojos. No estaba de acuerdo con eso. Shisui tampoco, pero antes de que siguieran discutiendo, Madara les sonrió con dulzura.

-No, no quería retarlos por nada en particular. Tengo una noticia para ustedes.- el azabache tomó algo de aire en cuanto notó la atención expectante de todos los chiquillos. -Si las cosas salen bien, el clan Uchiha y el clan Senju serán aliados.-

El que más abrió la boca de todos los chiquillos fue Itachi. El brillo infantil y esperanzado de alegría en sus ojos le hacía lucir tan adorable que Madara sintió deseos de abrazarlo por la ternura que le causó.

-¡¿Enserio?!- Obito parecía súper contento con la noticia. -¿Eso quiere decir que podremos visitar otros clanes? ¿Podremos cruzar el río? ¡¡Ah, es genial!!-

Kagami e Inabi se miraron entre si, alegres y riéndose.

Pronto, los chiquillos comenzaron a hablar de cómo prepararía su expedición súper exclusiva al clan Senju y visitarian directamente a Tobirama y Hashirama.

•[ La otra cara de mi enemigo ]• (BL) - (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora