¿Qué es el amor?

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"La seguridad representa nuestro sentido de la valía, nuestra identidad, nuestra base emocional, nuestra autoestima, nuestra fuerza básica personal( o la ausencia de ella )..." 

En ese momento, se sentía completamente en ausencia de seguridad.

Si, por si no queda lo suficientemente claro. No estaba seguro de lo que había escuchado.

O tal vez, simplemente era incapaz de asimilarlo. 

Toda su vida, había sentido que no tenía valor alguno como persona. Que era simplemente un arma que era utilizada para derramar sangre y tripas, para incendiar pueblos enteros y causar el terror. Pero todo eso, desde la naturalidad. Ese era su valor. Un mero objeto que cualquiera podría obtener como premio si le clavaban una espada en el pecho o le cortaban la cabeza.

Pero ahora, lo que había escuchado sacudió todo aquello.

Todas esas vibraciones negativas, toda esa aura oscura. 

Fue un momento en donde un patrón se rompió.

Donde algo en su mente y corazón, no encajaban.

Tobirama lo había dicho.

Firme y claro.

Fue una sola frase e hizo más que causarle un temblor en el corazón.

Y en su mente, la idea de tomar su mano frente a todo el mundo, con una sonrisa sincera y una lluvia de pétalos de flores se hizo presente.

Tan solo la idea de sentir que podía vivir en una realidad en donde la fortuna de sentir sus mejillas sonrojadas y expresarse con una sonrisa junto a él, le hacía volar. Que podía despertar una mañana a su lado, disfrutando del cabello alborotado de aquel albino y su cuerpo cálido entre suaves mantas, donde nadie mas que ellos dos eran los protagonistas...

Era demasiado. Era... algo que no había imaginado.

Su corazón se alborotaba con la simple idea de sentirse atraído hacia él. Y ahora, una realidad absolutamente sobresaliente estaba frente a sus ojos oscuros. Brillando como una piedra preciosa en un anillo. La representación absoluta de...unidad.

De una promesa. Pero no una en donde sentía presiones, los ojos de todos frente a él y la envidia dentera en bocas de otras. Era absolutamente distinto. Era mucho más que unas palabras dichas por cariño. Por el desear estar en compañía del azabache. No.

El albino le había expresado literalmente un deseo diferente. Unas ganas de estar a su lado realmente desbordantes. El deseo de abrazarle, de besarle, de compartir días juntos. De celebrar una unión de una manera en donde ambos se sintieran cómodos, felices.

Donde el azabache realmente se pudiera sentir amado.

Donde no se sentía utilizado, como parte del sueño de otra persona. No. Podía ser...feliz.

Y tal vez, era la primera vez que alguien buscaba con tanto fervor que Madara fuese feliz. Incluso mucho más que él mismo. No sabía siquiera como reaccionar.

Sentía como su pulso palpitaba frenéticamente. Y se encontró incrédulo ante aquellos ojos rosados que le miraban atentamente. Con una dulzura que podía percibir dentro de sus propios labios cerrados. Madara se sentía incapaz de pronunciar palabra alguna. Pero ante su expresión, Tobirama no se encontraba impaciente por una respuesta. 

El albino ladeó la cabeza, encontrando ante él un brillo en los ojos del pelinegro que jamás había visto. Parecía que su cuerpo hubiese recuperado años de vida simplemente con escucharle, pues estaba sonrojado, ligeramente sorprendido y casi sin aire. 

•[ La otra cara de mi enemigo ]• (BL) - (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora