•[ La otra cara de mi enemigo ]• (BL) - (En pausa)

¿Por qué tantas vueltas?

El aviso de que la paz entre clanes era oficial, fue dada por Hashirama a todos los súbditos del palacio. Era necesario informar cuanto antes y citar a todos los shinobis esa misma tarde para poder dar el discurso oficial.

De paso, asignó a un grupo de shinobis para que enviaran todo tipo de ayudas al clan Uchiha. Sin estimar costos. Lo mejor sería brindarles todo lo que podían a los Uchiha para demostrar que la paz se había consolidado de verdad, ya que probablemente ese mismo día les llegaría la noticia por parte de Madara.

Pero antes de informarle al azabache que ya tenía todo lo que le pidió, el moreno tenía algo que resolver.

Cuando abrió la puerta, se encontró a la pareja de ancianos tomando té y revisando documentos. El ambiente denotaba completa calma. Que pena.

-Antes de que digan una palabra, vengo a informarles que el clan Uchiha y el clan Senju ahora conforman una unificación oficial. El Daimyo ha aceptado nuestra propuesta.-

Las hojas cayeron al suelo rápidamente.

-¡¿Qué?!-

-Que la paz entre clanes es oficial, Koharu.-

-¡Ya le oi, Hashirama-san!- La mujer se levantó rabiosa. Derramó el té sobre el suelo cuando se levantó pero poco le importaba. -¿Cómo es posible que...?-

-¡Es el Daimyo quien ha accedido a apoyar la paz entre clanes y su palabra no puede ser ni será cuestionada!- el moreno cortó el drama allí mismo. Sabía que se venía un discurso de odio y no tenía ganas de escucharlo.

Punto final. No daría espacio a discusiones.

-¡Senju Hashirama, esta vez ha ido demasiado lejos!-

-¡Por un bien común siempre iré lejos!-

-¡Se arrepentirá de esto!-

Joder, ahora la vieja lo amenazaba. Genial. El moreno se dió la vuelta y abrió la puerta nuevamente.

-Los súbditos del palacio ya lo saben, por la tarde se informará a los shinobi y para mañana todo el clan estará informado de esto. La reunión oficial entre clanes será dentro de unos días. Es todo lo que deben saber.-

-¡Hashirama-san, tendrá que darme la razón tarde o temprano! ¡Todo esto ha sido un terrible error y se lo demostraré!-

El moreno cerró la puerta y se marchó, dejando a la anciana furiosa del otro lado. Suspiró pesadamente y luego dió un pequeño salto de alegría.

Se sentía eufórico, había querido expresar algo así desde que su padre le reprochó que los Uchiha eran demonios.

¡Al fin, después de tanto tiempo las cosas salían tal y como quería! ¡Ahora podría ir a casa de Madara las veces que quisiera, o invitarle al palacio sin ningún permiso especial! Tal vez eso ayude a que vuelvan a sentirse unidos.

Si, es verdad.

Hashirama bajó los brazos y negó con la cabeza. No debía pensar en cosas tristes ahora. La paz entre clanes era una buena noticia. En todo caso, debería disculparse con el azabache por la situación de esa mañana. Y por haberle levantado la voz y haberle agredido. Tal vez incluso por haberle atrapado en un abrazo tan...especial.

Bueno, si. Debería disculparse por ello. Pero por otro lado, seguía pensando que Madara la cagó al ser tan despiadado con los Shimura.

Eso solo le dió más razones a la anciana para quejarse al respecto de la paz.
Y por ello, la amenaza estuvo dando vueltas por la cabeza del moreno hasta que llegó a su oficina y tomó el abanico de Madara entre sus manos.