•[ La otra cara de mi enemigo ]• (BL) - (En pausa)

Desaparecido

La batalla fue ardua. Y las bajas, considerables. Era la tercera vez durante el mes que el clan Shimura confrontaba al Senju invadiendo su territorio. Parecían decididos a conquistarles. Sin embargo, dos días de batalla dieron como resultado una amarga victoria para los descendientes de Ashura. Los pocos Shimura que quedaban con vida, habían prácticamente huido apenas Hashirama acabó con su líder. El moreno realmente deseaba no haber asesinado a ese sujeto, pero no había forma de negociar la paz con él.

No tenía noción alguna del motivo por el cual los Shimura tomaban a su clan como enemigos. Normalmente, quienes intentaban arrasar con su territorio eran los clanes Hagoromo y Uchiha. El clan Shimura y el clan Sarutobi se habían mantenido al margen de aquellos combates, hasta que por algún motivo, Osamu Shimura en su posición de líder, decidió confrontar a los Senju sin demostrar alianza con los Uchiha o algún clan similar.

Era realmente extraño, teniendo en cuenta que, de conformar una alianza con los Uchiha, Hashirama hubiese sido el primero en saberlo. Si, era imposible que Madara hiciese un movimiento sin que él se enterase de ello. Tendría que investigar al respecto.

Pero primero, tenía otra prioridad. Una que le estaba revolviendo el estómago de los nervios que le generaba. Y es que en medio del combate, su hermano fue rodeado por un grupo de integrantes del clan Shimura. Para lograr acabar con ellos, Tobirama se fue alejando del campo de batalla, perdiéndose en el bosque de robles que rodeaba a su clan. Ese no era el problema, parecía haberle resultado, puesto que hallaron los cadáveres de treinta shinobis que le persiguieron. Sin embargo, el rastro del albino se había perdido. Y ya llevaban siete horas de búsqueda. El moreno ni siquiera podía sentir su chakra. Comenzaba a desesperarse.

-¡Hashirama-sama!- un shinobi se acercó rápidamente al moreno. -Registramos toda la zona hasta el límite, no hay rastros de Tobirama-sama. Sin embargo, hallamos cerca del río los cuerpos de tres Shimura.-

-Llévame hasta allí.- ordenó el moreno, siguiendo el paso del joven shinobi.

Al llegar, el escenario no le alentó demasiado. El rastro de sangre llevaba hacia el río. Clavado en un árbol, encontró uno de los tantos kunais marcados con sellos que su hermano utilizaba para atravesar largas distancias. Normalmente, Tobirama no develaría aquel jutsu a sus enemigos, y teniendo en cuenta la cantidad de sangre que se hallaba seca sobre la tierra, es posible que estuviese herido. Esa era una terrible noticia, de no encontrarle rápido podría...

El moreno desvió la mirada al río.

-Sigan la corriente del río en busca de más pistas. Y háganlo rápido.-

El shinobi a su lado asintió y luego con diversas señas ordenó a su escuadrón dispersarse por la zona. Hashirama se arrodilló en el lugar, enfocando su mirada al otro lado del río. Algunos robles habían crecido cerca de la orilla, pero los inconfundibles cedros y cipreses se distinguían fácilmente detrás. A simple vista, parecía no haber rastro alguno de sangre al otro lado. Realmente dudaba de la posibilidad.

Un destello rojizo entre los árboles al otro lado llamó su atención. El moreno abrió los ojos como platos. El reluciente Sharingan de Madara, entre las sombras, le alarmó.

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-Hashirama... parece que no podremos hacer realidad ese estúpido sueño. Ni alcanzarlo.-

-Madara...tú...-

-No duró demasiado, pero me alegro por todo el tiempo que pasamos juntos.-

-Tres contra tres. ¿Qué hacemos? ¿Vamos, Madara?-

-No, Hashirama es más fuerte que yo. De seguir luchando perderemos.-