La guerra silenciosa

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-¡LLAMEN AL EQUIPO MÉDICO!-

El eco de una voz carrasposa alertó a los shinobis que custodiaban el cuarto de los chiquillos.

-¡¿Qué ha sucedido?!- exclamó alarmado uno de ellos. Su voz llegó a oídos de Itachi.

Shisui estaba hablando nerviosamente, y no prestó demasiada atención a ello. Quería continuar con su reunión ultrasecreta y poner las cartas sobre la mesa con los demás.

Pero sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando el eco en el pasillo le hizo llegar la respuesta de otro shinobi.

-¡Madara-sama ha herido a Hashirama-sama! ¡Vayan a la puerta del palacio, ahora!-

La mente de Shisui se detuvo por completo. Itachi se levantó.

-¡¿Qué?!- soltó.

Todos los chiquillos voltearon hacia la puerta y Shisui se vió obligado a callar por completo.

Escucharon los pasos de los shinobis alejarse del cuarto. Vaya custodios...

Itachi se levantó rápidamente.

-¿Ha dicho... Que Madara-sensei acaba de herir a Hashirama-san?-

El mayor del grupo frunció el ceño.

-¡Quédate aquí!- espetó.

Pero el joven de pestañas largas ni siquiera le escuchó.

Itachi fue el primero en salir por la puerta casi corriendo.

Obito se levantó para seguirle, pero Shisui fue más rápido.

-¡Quédense aquí! Ahora volvemos.- Shisui cerró la puerta detrás de sí y siguió la sombra de Itachi, que ya desaparecía por el pasillo.

No le resultó difícil alcanzarle.

-¡¿Quieres esperar?!- vociferó, molesto.

-¡¡Debemos ir a ayudar a Madara-sensei!!-

-¡Esto es justamente de lo que estaba hablando! ¡Madara-sensei no nos necesita! ¡¿Me has escuchado siquiera?!-

Itachi no respondió. Su mirada estaba fija hacia adelante. Su deseo de proteger a alguien a quien apreciaba era mucho más fuerte que su raciocinio ahora mismo. Aunque Madara cometiese errores, dejarle solo no era una opción. Eran familia después de todo.

En cuanto llegaron al salón principal, el joven de largas pestañas se detuvo casi al instante. Shisui chocó con él. Y estuvo a punto de quejarse, cuando sus ojos vieron hacia el frente.

Dos shinobis estaban literalmente empujando a Madara y vociferando cosas a otro grupo de sujetos que estaban fuera de las puertas del palacio.

Shisui notó que el azabache mayor ni siquiera les dirigió la mirada al pasar. Su cabello estaba más alborotado y...su mano ensangrentada.

El chiquillo parpadeó.

Eso no era...algo muy normal en él.

Por las escaleras, dos shinobis bajaban apresuradamente con una pequeña caja de primeros auxilios. Pero uno de los sujetos que estaba entrando por la puerta les hizo una seña con la mano.

Shisui frunció el ceño.

-Hashirama-sama se encuentra bien. Dijo que no necesita tratamiento de urgencia.-

El Uchiha de cabello corto dió un paso hacia adelante. Necesitaba preguntar qué demonios había sucedido. Pero entonces notó que el siguiente en cruzar la puerta fue el albino.

•[ La otra cara de mi enemigo ]• (BL) - (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora