Yo le destruí el corazón a Jimin, ahora él querrá destruir mi vida.
Después de destruirlo, Jimin se miraba en el espejo, aquél Chico tierno, raro e inteligente había desaparecido, ahora se había convertido en mi peor pesadilla...
Ojo por ojo, corazó...
Todos los demonios de la oscuridad exterior miran asombrados y reconocen que la especialidad del hombre es la venganza
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Vestido de traje color uva, pelinegro, labios levemente rojizos y sus ojos pintados con sombras bien difuminadas; Mirandome con tenacidad. Sin dejar de recalcar ese pendiente largo en el lóbulo de su oreja. ¿Éste es realmente Park Jimin?.
—Jimin.—Pronuncié su nombre con nostalgia.
—Cuanto tiempo Yen.—Dice él. Lo observé con detalle, no sonríe como antes, era de esperarse. Me mira con seriedad y después da un sonrisa de lado.—¿Te comió la lengua el ratón?.
—Y-Yo...
Balbucee, claro que lo hice, Jimin estaba totalmente cambiado y yo no podía creerlo. ¿Porqué tenía que estar aquí.
El mundo no era pequeño, el mundo es una molécula.
—Jimin, cariño ¡Te estaba buscando!
La voz conocida de alguien llamó mi atención, juro que mis nervios se tensaron.
Era Kumi.
Ella llegó hacia donde estaba Jimin y lo abrazo dándole un sorpresivo beso en los labios, éste no dudo ni un segundo en corresponder aquel beso y yo me quedé helada.
¿Jimin y Kumi estaban juntos?
Ok, me retracto, el mundo no es una molécula, el mundo definitivamente era un átomo.
—¿S-Son pareja?—Cuestioné.
—Estamos en eso.—Dice Kumi mientras Jimin la mantiene agarrada de la cintura.
No sabía como reaccionar a esto, definitivamente era algo que no me esperaba.
—Entiendo, pues es un gusto verlos juntos.—Dije dando una reverencia con una sonrisa fingida y me di la vuelta marchandome de ahí cuanto antes.
Estaba avergonzada, todo era confuso, todo había cambiado y es que 8 años no pasan en vano. Lo mejor que se me ocurrió hacer fue ir al baño, al principio fue difícil pero después de preguntar y pasar por algunos pasillos logré llegar al baño de damas, entre y noté que todas las puertas estaban abiertas, lo cual estaba vacio para mi fortuna. Me miré al espejo, todo intacto.
—Todo esta bien Yenli, tú estás bien, no dejes que te afecte, eres mejor que eso.—Me dije a mi misma.—Ya no eres esa chica inmadura.
De pronto la puerta del baño se abrió y obviando que era una chica giré aún asi por inercia, mis ojos se abrieron más de normal en señal de sorpresa. Porque no era una chica, era un chico y no cualquier chico... Era Jimin. Cerró la puerta con seguro y me miró con una sonrisa extraña, traía ambas manos metidas en los bolsillos de sus pantalones.
