Como se puede observar, refugiados de todas partes de la región del sudeste asiático han llegado a las costas de Japón. Lo único que traen consigo son sus ropas, no tienen nada más que perder salvo a sus propios hijos. Al desembarcar, la Fuerza de Autodefensa les proporciona tiendas, y comienzan a vivir en estas playas, formando campos de refugiados. Sobreviven en tiempo inciertos, inseguros de lo que les deparará el futuro: ¿Qué comerán el día de mañana? ¿Los sacarán por la fuerza al llegar la noche? ¿Podrán volver alguna vez a casa?
Miles de personas están huyendo del conflicto político de sus países. Pero con botes y balsas construidas por aficionados y con materiales de baja calidad, pocos son aptos para navegar. Muchos refugiados mueren: algunos se vuelcan en las tormentas, mientras que otras embarcaciones se caen a pedazos en medio de sus viajes a Japón, China y Corea del Sur. Incluso con la ayuda de la armada coreana y la armada americana con la migración, el número de muertos continúa aumentando. El presidente de los Estados Unidos ha declarado esto como "un desastre humanitario sin precedentes".
Las intervenciones de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas hasta ahora no han tenido mucho éxito sofocando la violencia, y la institución internacional está solicitando a los países miembros en Asia que incrementen sus contribuciones para poder ayudar a proteger a los civiles atrapados en el fuego cruzado. Sin embargo, el abyecto fracaso durante la intervención en la guerra civil de Sri Lanka hace tan sólo tres años sigue siendo un punto común de debate en el escenario mundial. Los embajadores temen provocar alguna reacción negativa en sus propios países de realizar alguna acción.
¿Qué hará Japón en estos tiempos turbulentos? Con las elecciones para el cargo de Primer Ministro en el horizonte, muchos políticos han comenzado a pronunciarse sobre el problema.
El miembro del Partido Conservador, Ishihara Shin, recientemente ha dado un apasionado discurso en un mitin en Yonago. Aquí está un poco de lo que tenía para decir:
"Todavía tenemos pobres que no pueden comer. Ciudadanos que no pueden encontrar vivienda, ni trabajo para ganarse la vida. ¡Antes de poder acoger a estas pobres almas, debemos arreglar los problemas de nuestro propio país! ¡Hacer lo contrario sería un acto de irresponsabilidad y de crueldad innecesaria hacia los refugiados! ¡¿Por qué adoptar un niño cuando ni siquiera tienes los medios para cuidar de ti mismo?! Debemos unirnos todos para que nuestras voces sean escuchadas, y entonces podremos –"
El discurso político en la televisión se vio interrumpido por el tono de llamada de mi teléfono: la canción de PreCure 5, "Full Throttle Go Go!". Aunque nunca lo había guardado, reconocía el número.
—Hola, ¿Jefe?
—Hikigaya, necesito que vengas.
No había espacio para la negociación en su voz.
Δ▼Δ
Tsurumi Kenji era un agente condecorado del Departamento de Policía Metropolitana de Tokio. Un oficial de carrera. Tsurumi trabajó duro para pasar de ser un policía de tráfico al jefe residente de la policía de Tokio. Muchos atribuyeron esto a su ética de trabajo, a sus numerosos logros, a sus capacidades de liderazgo, a su mentalidad general y al hecho de que, debido al estado de la fuerza laboral en Japón, hubieron muchos ascensos acelerados dada la falta de personal. Además, parecía ser algo que venía de la familia: su hermano mayor era Tsurumi Kenta, un capitán de la JSDF que también era muy reconocido por sus capacidades. [1]
No hace falta decir que yo respetaba mucho al Jefe Tsurumi Kenji.
—Tenemos uno alocado esta vez, damas y caballeros.
Nos habíamos reunido en una de las salas de reuniones. De esas que recordaban a las salas de clases, pero para adultos. Los asientos con mesas adjuntas estaban alineados en filas de adelante hacia atrás, sobre cada una se encontraba sentado un oficial de policía o detective que había sido convocado.
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Incompleto
FanfictionLa graduación marca el fin de la juventud y del Club de Servicio. La comedia romántica no llega a nada, y la vida adulta acaba llevando a cada uno de los miembros del club por caminos completamente diferentes; en el caso de Hikigaya Hachiman, uno qu...