CAPITULO 30

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Lucero subió a su auto y se echó a llorar. Luego de un rato arrancó y se fue a casa de Mariana. 

Tocó la puerta y la empleada le abrió. De verdad si le hacía falta tener a alguien con quien desahogarse. 

La vio sentada en la sala.

- ¿Lucero? ¿Que haces aqui?- le preguntó, Lu empezó a llorar- Dios ¿Que pasó?- se levantó del sofá y se fue a abrazarla.

La consoló y cuándo estuvo lista y capacitada le contó todo.

- Yo se que te he decepcionado más que nunca y que no me perdonarás así nada más pero quiero que sepas que tenías toda la maldita razón, mi hijo se portó cortante y Manuel ni se diga y a como son los chavos de unidos seguramente ya Jos se lo contó todo a Lucerito- lloró.

Mariana le tomó el rostro.

- No me tienes que pedir disculpas gorda, yo siempre estaré aquí para ti- la abrazó- para eso estamos las amigas y tú era la mejor, no te dejaré en un momento como esté porque tú nunca me has abandonado y yo sí lo hice así que también te pido disculpas, pero quiero que me prometas que no seguirás haciendo estupideces ¿Si?-.

- Está bien- rio un poco- prometo no desfraudarte Mar-.

Se volvieron a abrazar.

- Pero ahora cuéntame- dijo- ¿Cómo está eso de que Manuel ni te peló cuando llegaste?- le preguntó provocando que Lucero volviese a llorar- Pero no llores mana- dijo mientras le secaba las lágrimas ye pasaba una caja de Kleenex.

- Es que- se sonó la nariz- me dolió demasiado su indiferencia Mar, o sea me saludó como si yo fuera una vecina cualquiera- lloriqueo.

- Pues Lu tienes que entender que el señor está dolido, ni te conté cómo lo encontré cuando regresé de Montenegro-.

- ¿Lo viste muy mal?- le preguntó preocupada.

- La mera verdad, sí- respondió.

- ¿Y que le dijiste?-.

- La mera verdad, todo-.

- ¿Todo todito?-.

- Todo todito-.

- ¡Ay dios mío!- exclamó- ¡No me va a volver a hablar con normalidad nunca en la vida!-.

- ¿Y eso es lo que te preocupa? Piensa en cómo le vas a hacer para que se perdonen y se reconcilien, si quieres yo te echo la mano cómo siempre lo he hecho-.

- No Mar, no busco una reconciliación la verdad- confesó.

- ¿¡Que!?-.

- He pensado en que tal vez Manuel y yo no estábamos destinados al fin y al cabo-.

- Por dios santo ¿Cómo vas a decir eso loca enferma?-.

- Perdón pero es la realidad-.

- ¿Entonces de plano se murió el amor? ¿O es pura necedad?-.

- No es eso- respondió.

- ¿Entonces? ¿Ya no sientes nada o qué?-.

- Ay Mar, lo pienso, lo quiero, lo adoro, lo deseo, lo necesito- dijo y rompió en llanto de nuevo- lo amo-.

Mariana suspiró.

- Se piensan, se quieren, se adoran, se desean, se necesitan, se aman; no están juntos- dijo- no pues que gran desenlace-.

- Pues sí-.

- ¡Ay Lucero! ¿¡Y por qué no vas a buscarlo y le dices todo eso!?-.

- Porque mi orgullo puede más que mi corazón en éstos momentos críticos de mi vida- dijo y se limpió la nariz.

Mariana volvió a suspirar.

- Me queda claro que la canción tiene toda la razón- comentó.

- ¿Cuál canción?-.

- Orgullo maldito orgullo le haces mal al amor, te apoderas de mi manto y me conbras el favor, de lo que me estás robando- cantó.

- A caso no, orgullo por qué te metes dentro del corazón, soñador no sueñes tanto que el amor es el amor y es lo único que importa- canturrearon las dos.

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Good night bbs :)

<3

F.C.

Solo evolucionamos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora