CAPITULO 38

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DESCUBRIMIENTOS

Milly admiró en silencio la suite de la famosa actriz. Se aferró a su bolso sintiéndose por primera vez algo fuera de lugar. La siguió hasta que la invitó a sentarse en la sala en donde ya les esperaba un servicio de té, la doncella se inclinó sirviendo en las pequeñas tazas de porcelana fina el té que dejaba junto con el vapor caliente un aroma relajante y herbal. Al terminar salio discretamente de la habitación.

- La boda fue una sorpresa para mis hijos y para mí cuando nos enteramos - le anunció acomodando una servilleta sobre su falda blanca -, sé que Max y el resto de la familia hace muchos años que no estamos en contacto pero no dejo de preocuparme por él y por todo lo que haga, sigue siendo mi hijo a pesar de que no llevamos la misma sangre. Lo crié por diez años...

- ¿Max no es su hijo? - Preguntó interrumpiéndola sorprendida.

- ¿No lo sabias? - levantó una ceja mirándola mientras levantaba una ceja -, bueno no me sorprende Max siempre ha sido muy discreto con lo que tenga que ver con su privacidad. Pensé que como eras su esposa tal vez te había contado un poco de su pasado.

- Lo hizo, me dio una explicación a grandes rasgos de lo que pasó y porque no volvió a vivir con ustedes -. Le dijo nerviosa sin darle más detalles. No quería defraudar a Max hablando de más con... Lucille Ellis-Blackthorne.

La actriz apartó los ojos azules de ella ocultando su curiosidad, sujetó con elegancia su taza de té y le dio un sorbo.

- No me sorprende - sostuvo la taza volviendo a posar su mirada en la joven Baronesa -, pienso que la vergüenza de saber que no era mi hijo fue lo que propició su huida. No es agradable para un niño de diez años saber que es hijo de una empleada que por tanto tiempo fue la nana de mis tres hijos.

Milly casi dejó caer la taza, apenas logro sujetarla con la otra mano antes de dejarla sobre el platito haciendo un ruido poco elegante. Sus ojos buscaron sorprendidos y curiosos a la actriz que se mantenía tranquila tomando otro trago de té.

¿Max avergonzado de su propia madre? ¿La revelación de la dama era un motivo para que pudiera entender a Max como un niño asustado y confundido? Su cabeza estaba dándole vueltas como un torbellino en la que los secretos del pasado empezaban a fluir para así poder entender a su amado esposo. Sin saber que hacer o que decir tomó la taza de té y bebió fingiendo disfrutar la infusión.

- Oliverius no supo como manejar los sentimientos de culpa por lo que me hizo - suspiró con tristeza -, nunca quiso darse cuenta de que yo lo perdoné desde el día en que acepté criar a su hijo como así fuera mío.

- ¿Su madre lo abandonó?

- Al principio lo hizo - asintió limpiando sus labios ligeramente con la servilleta -, después vino a casa rogando por su hijo, por supuesto que no acepté que se lo llevara Max era como un hijo para mí, pero Oliverius sucumbió ante los ruegos de Georgie...

Milly soltó la taza; esta cayó haciéndose añicos a su pies. El liquido caliente brincó a sus pies obligándola a levantarse. Lucille hizo lo mismo agitada al ver el accidente.

- ¡Por Dios! - Exclamó levantándose y llendo hasta Milly -, ¿Estas bien? Vamos necesitas que un medico te vea.

Milly la miró sin comprender comprendería Davis estaba en shock ante la revelación de la verdadera madre de Max. ¡Georgie! El ama de llaves de Rectory Mayor era la madre de Max.

- No yo..., estoy bien - respondió bajando la vista a su pies mojados por el té -, no estaba muy caliente. ¿Me podría permitir usar su baño?

- Por supuesto - respondió de inmediato y la guió hasta la habitación.

la bestia y la bellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora