TRAGEDIA
Milly salió del edificio casi sin respiración. Volvió a tocarse el vientre recargándose en la pared de piedra del edificio.
- ¿Se siente usted bien señora Blackthorne?
Miró al portero del edificio. Humedeció sus labios asintiendo con miedo en sus bellos ojos verdes.
- Necesitó ir al médico.
- Llamaré a una ambulancia - dijo el portero alarmado.
- ¡No! - suplicó -, sólo llamé un taxi.
- ¿Está segura? - preguntó indeciso -, no está en condiciones para viajar sola hasta el hospital.
- Sólo es una molestia - sonrió tranquilizándolo -, quiero estar segura de que no pasé nada malo. Lo siento si le preocupe.
El portero asintió y entró al edificio. Milly recargó la cabeza en la superficie dura intentando tranquilizarse, cerró los ojos y la imagen de Max y Roberta abrazados apareció ante ella; abrió los ojos de golpe, estaba segura que esa imagen la seguiría por mucho tiempo y si quería vivir tranquila y feliz junto a su hijo tenia que olvidarlo todo, hasta a él.
Buscaría la manera de que ya no le doliera el corazón cada vez que algo se lo recordara.
Una ligera molestia recorrió su vientre, un gemido salió de sus labios y sollozó asustada.
- El taxi estará aquí en unos minutos - le anunció el portero frunciendo el ceño al verla respirar agitada.
Jack salió del edificio mirando hacia ambos lados de la calle. La vio junto al portero algo inclinada, se acercó a ella apresurado. Hizo a un lado a el portero y se inclinó hacia su amiga.
- ¿Estas bien Milly?
- No lo sé - musitó la joven mirándolo con un ligero sudor sobre su frente -, mi hijo...
- ¡Demonios! - Exclamó abrazándola -, tenemos que ir al hospital.
Un taxi oscuro y pesado aparcó frente a el edificio.
- Ha llegado su taxi señora Blackthorne.
Jack la abrazó ayudándola a entrar al taxi, subió tras ella al vehículo y le dio la dirección del hospital que la había atendido la ultima vez.
•
Max maldijo al ver cerrarse las puertas del elevador, estaba ante la disyuntiva de seguirla o volver a reclamar a Roberta por lo sucedido. Pasó la mano por su cabeza y miró a su suegro que movía la cabeza algo sorprendido, como todos por la actitud de Milly.
- ¿Cuándo...
- Llegó hace una hora - respondió Sir Richard en un tono severo -, no nos pudo dar ninguna explicación acerca de lo que paso, estábamos esperando que volvieras de tú descanso.
- ¡Mierda! ¡Alguien debió avisarme! - elevó la voz mostrando lo enfadado que estaba.
- Pensamos que Milly también tenia que descansar -. Replicó Joseph - , no creí que te iría a buscar.
Max se movió de una lado a otro pensando en la manera de seguir a Milly y se detuvo. Por el momento tenia que arreglar antes la situación con la modelo. Hablaría después con Lady Mildred, habría tiempo para hacerlo.
- Estaré en el estudio - le dijo a Sir Richard -, tengo que arreglar algo antes.
Caminó con seguridad abrió la puerta y la miró demostrando la furia que sentía hacía ella. Estaba dándole la espalda cubierta por una chalina de tono claro.
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la bestia y la bella
RomanceMaximilian Blackthorne era conocido como la bestia en el mundo de los negocios. Nunca permitía que nadie se aprovechará de él, mucho menos un contador cualquiera. No le importaba que fuera por momentos de vida o muerte. Joseph Mathews iba a pagar po...