William
— Si Wilson, ha pasado tiempo — No suena preocupada por el apellido que use.
— Mi sorpresa al notar que tú eres la General Bidognetti fue muy grande, me pregunto ¿Por qué te pusiste un apellido italiano siendo rusa? — Le digo cruzándome de brazos y recargándome en el asiento.
— Tengo doble nacionalidad, soy rusa e italiana, el apellido de mi madre italiana es Bidognetti — Me explica, pero hay algo en ella que no cuadra y no me agradan ninguno de sus apellidos.
— ¿Qué hacías aquella vez en la reunión de los lideres alemanes y americanos? — Ese día en el que nos conocimos.
-No es asunto tuyo, en todo caso yo podría hacerte la misma pregunta, según tengo entendido no habías tenido ninguna misión con ellos – Insinúa y odio que me investigara.
— Eso no es asunto tuyo — uso sus mismas palabras — y ahora ¿pretendes estar al mando de esta central? — No es algo que me agrade, ella significa problemas.
— Claro, a eso vengo, ya que al parecer tú no fuiste suficiente.
— No me parece bien, traerás problemas a esta central — Le digo molesto — ni siquiera se el porque de que te dejaron entrar a la central siendo rusa.
— Ahora es mi central y si se me da la gana suelto una bomba aquí y nadie me dirá nada — Por lo poco que la conocí y su historial dentro de la organización si la creo capaz — Empecemos a leer tu expediente, no quiero seguir perdiendo el tiempo con discusiones ridículas.
Nombre: William Wilson
Edad: 27
Rango: Coronel
País de origen: Inglaterra
Años dentro de la corporación: 25
Especialidades: Manejo de armas de fuego y explosivos, tácticas especiales, manejo de transporte, aéreo, terrestre y marino, combate cuerpo a cuerpo y francotirador.
Debilidades: Familia
Misiones: 99
Estado civil: Casado
— ¿Cuánto tiempo llevas casado? — me pregunta y no le veo por qué, pero contesto.
— 3 años, me case a los 24 — le explico
— Tienes que estar bromeando pedazo de imbécil — Esta considerablemente molesta y no entiendo la razón — ¡¡¡Estas CASADO!!! — Ya entendí su molestia — Me acosté contigo porque según tu no tenías ninguna relación.
— Ay no es para tanto, cálmate — y después de esa frase veo como se levanta y se acerca hasta agacharse y recargarse en los costados de la silla con su cara enfrente de mí.
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Sádica y trastornada
Teen FictionEl diablo un día fue un ángel, pero cuando las circunstancias lo ameritan ese ángel puede volverse el diablo, así como unos simples niños pueden volverse demonios. La vida le dio tantos golpes que la dejo trastornada y envuelta en un sadismo que int...