Capitulo 31

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Dimitri

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Dimitri

Ya es nuestro tercer día en Dubái y debo decir que me la he pasado bien, Aisha y yo hemos congeniado y no hemos peleado más que cuando uno de los dos quiere seguir en la cama y el otro quiere salir a conocer, en la mayoría de las ocasiones soy yo el que quiere quedarse en la cama con ella, pero lo cierto es que ella nunca había venido y yo quiero que conozca.

Llevo más de 10 minutos en uno de los sofás de la habitación esperando a que ella este lista para que salgamos, le dije que la quería llevar a unos lugares hoy, le pedí que llevara una bolsa con cambios de ropa ya que serán diferentes lugares y para así no tener que regresar al hotel a que nos cambiemos.

Llamo a recepción para pedir que alguien suba para ayudarnos a bajar nuestras cosas en lo que ella esta lista, cuando lo esta los dos salimos del hotel en dirección a la marina de Dubai. Al llegar dejamos el auto en un estacionamiento y bajamos en dirección a los muelles, de ahí hay uno que dice Sádica y a ese es al que nos dirigimos, ella no nota el nombre del yate hasta que ya estamos cerca.

— ¿Sádica? — pregunta.

— Compré un yate y le puse tu sobrenombre — digo restándole importancia, pero espero su reacción.

— Un yate — dice ella incrédula — ¿Por qué esto? — dice viéndome con el entrecejo fruncido.

— Te debía un regalo de compromiso, al final te metí en esto de la alianza sin tu consentimiento, tómalo como otra compensación por mis acciones, además no me gusta convivir con otras personas como para que fuéramos a un crucero.

Su cara cambia solo por unos pocos segundos antes de volver a ponerse su mascara que oculta sus verdaderas emociones, no sé si le pareció bien o que fue lo que la hizo cambiar de opinión, trato de que eso no me afecte y mejor le sugiero que subamos.

El yate que compre es uno de los yates de lujo, es un Black Swan, su fachada es lujosa y de color negro, es alargado y tiene un diseño muy aerodinámico, tiene un pequeño helipuerto en la parte superior del avión que conecta con un elevador que te da para los demás pisos y zonas de lujos de el yate. Tiene una piscina dentro de la zona club del yate, también tiene espacio para hospedar a 12 invitados y 18 más de la tripulación.

Yo no había conocido el yate por dentro ya que solo lo mandé comprar cuando salió a la venta, pero la verdad es que es impresionante, tiene muchos detalles y viene equipado con todo lo que pedí, me costó una fortuna de eso no hay dudas, pero valió la pena cada cero.

— ¿Por qué nos quedamos en un hotel si aquí tenemos todas las comodidades? — me dice ella dejando sus cosas en un lugar.

— Porque desde la habitación se ve todo Dubái y quería que conocieras todo — le aclaro.

— ¿Para qué? — dice ella.

— Porque tenías ganas — me quedo callado y esas palabras me sonaron a que quiero complacerla y decido arreglarlo — y porque vas a ser mi esposa y tienes que conocer todo.

Sádica y trastornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora