El diablo un día fue un ángel, pero cuando las circunstancias lo ameritan ese ángel puede volverse el diablo, así como unos simples niños pueden volverse demonios.
La vida le dio tantos golpes que la dejo trastornada y envuelta en un sadismo que int...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dimitri
Salí del burdel junto con mi hermana y nos dirigimos a la fortaleza ya que queríamos ver que fue lo que causo la acción de Aisha. Todos se encuentran intranquilos, hay caos en cada mafia. Lo que hizo Aisha requirió mucho valor y ahora espero que fuera suficiente para que todos la respeten.
Mi mafia se siente segura y tenemos el ego hasta arriba ya que no solo ella se dio a conocer, si no que lo hizo con la mafia italiana y con la Bratva, actualmente somos las personas con más poder y respeto gracias a las acciones que tuvo Aisha.
Estoy tranquilo y el hecho de que todo se encuentre en orden hace que me quiera relajar más, pero eso solo pasara en el momento en el que me libere, necesito sexo, hare que Arsen me traiga a la sumisa que suelo tratar últimamente, es complaciente y hace todo lo que le pido así que con ella es con quien me liberare hoy.
30 minutos después de haberme comunicado con Arsen alguien llama a la puerta y yo dejo que ingrese, Aliona entra con la cabeza baja y al encontrarse frente a mi se arrodilla, tomo su cabello algo brusco y hago que voltee a verme.
— ¿Vas a complacer a tu amo?
— Si amo — confirma ella.
— Bien.
Me bajo el pantalón y voy uno de los cajones donde tengo las cuerdas para poder atarla, ella esta inmóvil y yo paso por detrás de ella amarrando sus manos junto con sus talones y me pongo frente a ella haciéndola abrir la boca después de haber bajado mi bóxer, dirijo mi miembro a su boca y ella comienza a lamerlo.
Disfruto de la sensación de su boca húmeda en mi miembro y continúa haciéndolo hasta que le indico que pare, pero me desobedece y sigue haciéndolo así que retrocedo fuera de su alcance y la abofeteo para que sepa que no estamos jugando.
— Te dije que te detuvieras.
— Lo siento amo.
— No te pedí que hablaras — le digo.
Me muevo detrás de ella para desatarla y le indico que se coloque en la mesa con los glúteos viendo hacia mí, lo hace, tomo el bam y me coloco a un costado de ella comenzando a azotarla, sus glúteos quedan rojos y me detengo cuando lo creo conveniente.
En la misma posición la amarro a la mesa de las muñecas y abriendo sus piernas para detenerla de cada tobillo, después coloco lubricantes por toda su intimidad y en mi miembro coloco un condón, me adentro en ella, soy brusco y no me detengo, sigo empujando y empujando hasta que siento satisfacción, pero me detengo y comienzo a estimular su ano para poder entrar en ella, cuando la siento lista muevo mi miembro a su cavidad anal y me ensarto con fuerza, empiezo a moverme lo más rápido que puedo y lo sigo haciendo hasta sentir que me vengo, así que salgo de ella quitándome el condón y baño sus nalgas de semen, ella queda agitada y yo la desato para que pueda ir a asearse y después retirarse.
