Capitulo 34

3.9K 302 89
                                    

Dimitri

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dimitri

Una semana desde que le quitaron el anticonceptivo, lo hemos hecho a diario y a todas horas, mayormente en su casa ya que aquí mucha gente lo vería y puede que no incomode que nos vean, pero no me gusta la idea de pensar en que puedan verla a ella, ella es mía y no me gusta que vean o toquen lo mío.

Son las 6 de la tarde, Aisha debe de estar en la ceremonia de nombramiento para Kurt y William, ella dejara la central cosa que no me gusta mucho ya que no hay nada mejor que tu mismo controlar las cosas, pero si ella se quedaba la podrían acusar de incumplimiento y es mejor que deje el poder en manos de personas en las que si confía.

Salgo de su casa, las camionetas ya me están esperando, subo a una de ellas donde Arsen esta y emprendemos el camino a el punto de encuentro donde tengo negocios pendientes. Al cabo de unos minutos llegamos, ahí se encuentra el trailer, dos hombres bajan de el al ver llegar las camionetas y Arsen se baja junto conmigo y dos hombres más.

— Boss — saluda uno de ellos.

— ¿Tienes lo que te pedí? — pregunto directo.

— Si lo tenemos, pero primero el dinero — habla el otro.

— No es que desconfiemos de usted señor, pero en los negocios uno tiene que ser precavido — aclara el primero que hablo para evitar que me moleste.

Arsen le hace una seña a uno de los hombres haciendo que este se acerque con un portafolio lleno de billetes, son 100 mil dólares en efectivo, tal como me pidió, mi hombre cierra el portafolio nuevamente, pero antes de que ellos lo tomen yo hago que mi hombre retroceda para evitar complicaciones.

— Primero mi entrega, luego el dinero — le aclaro.

Ellos asienten y se van a la parte trasera del trailer, el cual abren y de ahí sacan una jaula, la traen hasta mi colocándola en el piso y yo me agacho para examinar lo que hay dentro.

— Es la mejor de la camada, cachorra de tres meses de edad, hembra — dice el hombre.

— Entregarles el dinero — le indico a mi hombre.

El lo hace y después se pone a contarlo con una maquina especial.

— Fue un gusto hacer negocios con usted Boss — dice uno extendiendo su mano para que la tome cosa que no hago, solo la veo y cuando la retira me doy la vuelta.

Toman la jaula y la suben a la camioneta, yo regreso a la mía con Arsen, es una de las camionetas de transporte lujoso por lo tanto el se sienta frente a mi y me observa como si la situación le pareciera divertida.

— ¿Que te causa gracia?

— Nada, solo que nunca te había visto hacer tantas cosas románticas por alguien — responde.

— Esto no es romántico, es solo el pago de una apuesta — le aclaro.

— Claro y a mi no me gusta tu hermana — dice con sarcasmo.

Sádica y trastornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora