Dimitri
Vamos camino a la junta con el Magnate, decidió que fuera en uno de los restaurantes que están en la mariana, así que para allá vamos, ese trato debe consolidarse correctamente si queremos quitarle el poder a los israelí, ellos no podrán ganar una guerra sin armamento y poco a poco perderán su prestigio.
Bajamos del auto y Aisha no espera a que yo le pueda abrir la puerta, sino que se baja del auto y se adentra sin esperarme al restaurante, no se que le pasa, pero esta extraña desde que desperté, ella se levanto primero que yo y a estado distante conmigo, pero esta vez no se lo que hice, me porte bien con ella y no hemos discutido, pero ella simplemente decidió tomar distancia de mí.
Me saco las ideas de ella enfadada de la cabeza ya que no tiene porque importarme si esta enojada o no y me adentro en el restaurante en donde nos llevan a la mesa donde el Magnate ya está esperándonos.
— Boss — dice a modo de saludo poniéndose de pie para darnos la mano - Señorita Bidognetti — se dirige a Aisha tomando su mano para después todos tomar asiento.
— ¿Ya tiene el acuerdo que quiere que firmemos? — le pregunta directo Aisha.
— Por supuesto que sí, pero primero almorcemos — sugiere el.
— La verdad es que no tenemos tiempo para eso, necesitamos volver a Rusia lo antes posible — le dice Aisha.
Su actitud me deja con un signo de interrogación y el Magnate voltea a verme para ver si opino lo mismo, cosa que no, pero decido no llevarle la contraria a Aisha, todo el mundo sabe que frente a personas poderosas no desprestigias a otra.
— Es verdad, ambos tenemos muchas responsabilidades en Rusia y ya las pospusimos demasiado — termino diciendo.
— Bien, entonces este es el acuerdo — dice extendiéndome un sobre.
Saco los papeles que traen dentro y al leerlo todo acepto todo, el dejara de tener un trato con los israelí y se compromete a no retomarlo en lo que esta en un trato con nosotros. Coloco mi firma en los papeles al igual que él y después nos despedimos.
La urgencia de Aisha por irse de Dubái no la entiendo, ambos nos apresuramos al auto y llegamos a la pista donde subimos al avión, hacemos unas cuantas horas de vuelo en las que Aisha no me dirige la palabra y le pide a el copiloto abandonar su asiento para tomarlo ella, por lo tanto todas las horas de vuelo no estoy con ella.
Al aterrizar los dos bajamos del avión y como pedí antes de subir al avión hay dos camionetas que me escoltaran a mi y otras dos en donde Aisha ira ya que al ver que no tiene intenciones de hablar conmigo prefiero dejarla, cuando ella quiera vendrá a mi a decirme que es lo que le ocurre.
Voy a subir a mi auto y Aisha lo rodea para ir al asiento del copiloto, pero yo la detengo con la frase que sale de mi boca.
— ¿Qué haces? — le cuestiono.
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Sádica y trastornada
Teen FictionEl diablo un día fue un ángel, pero cuando las circunstancias lo ameritan ese ángel puede volverse el diablo, así como unos simples niños pueden volverse demonios. La vida le dio tantos golpes que la dejo trastornada y envuelta en un sadismo que int...