Aisha
Después de que follaramos subimos nuevamente en los caballos y los regresamos al establo para volver a la casa ya que por la temporada se sentía algo de frio a fuera y yo con mi blusa rota hubiera muerto de frio a fuera.
Las ultimas palabras de Dimitri se repiten en mi cabeza como un mantra <<Me perteneces>> yo no le pertenezco a nadie, solo a mi misma y hasta ahí, pero cuando el lo dijo me sentí tan excitada y a la vez tan segura y eso es algo que no me puedo permitir sentir por un hombre como Dimitri, así que es mejor desechar esa idea y hacer como que nunca dijo esa frase al igual que ignore cuando dijo en el estudio <<Mi sádica>> sentir un calor en el pecho que no debería de estar ahí.
Ahora él se encuentra bañándose en su cuarto y yo acabo de vestirme en el mío después de tomar una ducha, necesitaba un poco de espacio, pase de odiarlo a estar varios días con el y eso es algo que confunde a mi mente.
Bajo a la sala donde indique que dejaran una botella de vino y una tabla de embutidos y queso, quería hablar con Dimitri, conocernos un poco mejor, al final terminara siendo mi esposo, aunque sea de título y me gustaría poder llevar una buena relación con el en vez de odiarlo por el tiempo que dure nuestra alianza.
Colocaron unos tapetes y cojines en el suelo frente a la chimenea y lo planea para que sea el ambiente más cómodo posible así que espero que el piense lo mismo.
Estoy distraída sentada viendo las llamas de la chimenea cuando Dimitri decide sentarse a lado de mi provocando que me asuste, ya es la segunda vez que aparece de la nada y provoca que me asuste.
— Dijiste que la próxima vez te anunciarías antes — le reclamo sin dejar de ver la chimenea.
— Si, pero tu dijiste que me colocara un cascabel como a un gato y no he tenido tiempo para comprarlo — dice divertido.
— Yo te lo regalo mejor porque si no nunca lo vas a comprar.
— Me parece bien — se queda en silencio un momento a lo que yo volteo a verlo — ¿Tu hiciste todo esto? — cuestiona como si no se lo creyera.
— En parte, yo solo di las indicaciones, el personal lo hizo todo – le aclaro.
— ¿A qué se debe el bonito escenario? No es normal que dos lideres de mafia estén sentados en el suelo frente a una chimenea y con todo esto alrededor.
— Quiero conocerte más, haber si nos podemos llevar relativamente bien sin matarnos y sin follar — a lo último que menciono hace una mueca.
— ¿Por qué sin follar? — dice como un niño malcriado.
— Porque hasta ahora es todo lo que hemos hecho.
— Bien, entonces conozcámonos — dice mientras toma una copa en la que sirve vino y me la pasa para después servirse una el también.
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Sádica y trastornada
Teen FictionEl diablo un día fue un ángel, pero cuando las circunstancias lo ameritan ese ángel puede volverse el diablo, así como unos simples niños pueden volverse demonios. La vida le dio tantos golpes que la dejo trastornada y envuelta en un sadismo que int...