Capitulo 14

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Aisha

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Aisha

Después de que follaramos subimos nuevamente en los caballos y los regresamos al establo para volver a la casa ya que por la temporada se sentía algo de frio a fuera y yo con mi blusa rota hubiera muerto de frio a fuera.

Las ultimas palabras de Dimitri se repiten en mi cabeza como un mantra <<Me perteneces>> yo no le pertenezco a nadie, solo a mi misma y hasta ahí, pero cuando el lo dijo me sentí tan excitada y a la vez tan segura y eso es algo que no me puedo permitir sentir por un hombre como Dimitri, así que es mejor desechar esa idea y hacer como que nunca dijo esa frase al igual que ignore cuando dijo en el estudio <<Mi sádica>> sentir un calor en el pecho que no debería de estar ahí.

Ahora él se encuentra bañándose en su cuarto y yo acabo de vestirme en el mío después de tomar una ducha, necesitaba un poco de espacio, pase de odiarlo a estar varios días con el y eso es algo que confunde a mi mente.

Bajo a la sala donde indique que dejaran una botella de vino y una tabla de embutidos y queso, quería hablar con Dimitri, conocernos un poco mejor, al final terminara siendo mi esposo, aunque sea de título y me gustaría poder llevar una buena relación con el en vez de odiarlo por el tiempo que dure nuestra alianza.

Colocaron unos tapetes y cojines en el suelo frente a la chimenea y lo planea para que sea el ambiente más cómodo posible así que espero que el piense lo mismo.

Estoy distraída sentada viendo las llamas de la chimenea cuando Dimitri decide sentarse a lado de mi provocando que me asuste, ya es la segunda vez que aparece de la nada y provoca que me asuste.

— Dijiste que la próxima vez te anunciarías antes — le reclamo sin dejar de ver la chimenea.

— Si, pero tu dijiste que me colocara un cascabel como a un gato y no he tenido tiempo para comprarlo — dice divertido.

— Yo te lo regalo mejor porque si no nunca lo vas a comprar.

— Me parece bien — se queda en silencio un momento a lo que yo volteo a verlo — ¿Tu hiciste todo esto? — cuestiona como si no se lo creyera.

— En parte, yo solo di las indicaciones, el personal lo hizo todo – le aclaro.

— ¿A qué se debe el bonito escenario? No es normal que dos lideres de mafia estén sentados en el suelo frente a una chimenea y con todo esto alrededor.

— Quiero conocerte más, haber si nos podemos llevar relativamente bien sin matarnos y sin follar — a lo último que menciono hace una mueca.

— ¿Por qué sin follar? — dice como un niño malcriado.

— Porque hasta ahora es todo lo que hemos hecho.

— Bien, entonces conozcámonos — dice mientras toma una copa en la que sirve vino y me la pasa para después servirse una el también.

Sádica y trastornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora