El diablo un día fue un ángel, pero cuando las circunstancias lo ameritan ese ángel puede volverse el diablo, así como unos simples niños pueden volverse demonios.
La vida le dio tantos golpes que la dejo trastornada y envuelta en un sadismo que int...
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Dimitri
Desperté con una resaca que siento que podría matarme, yo no soy de embriagarme, pero ayer tuve la necesidad de hacer, es la última vez, necesito pensar con claridad, encontrar la manera de relajarme sin matar personas o torturarlas.
Me levanto de mi cama y huele horrible mi habitación, cuando observo de donde viene me doy cuenta de que es del bote de basura y al acercarme veo que vomite dentro de él, tengo vagos recuerdos de como llegue a mi habitación, se que alguien me ayudo a llegar, pero no se identificar quien era o de que hablamos porque el alcohol no me permite recordarlo.
Me meto a la ducha y al salir me visto para después dirigirme al comedor donde mando a uno de mis hombres a buscar a alguien que vaya a limpiar mi habitación, después me siento en la mesa y me encuentro a mis primos, hermana y a Arsen sentados desayunando en silencio.
— Zoa después del desayuno quiero que vayas al estudio — le indico.
No dice nada, sé que sigue molesta, pero aun así hará lo que le indique, le pediré una disculpa y buscare mejorar como persona, seré bueno para mi familia y amigos, además de para mi mafia.
Terminamos de desayunar y me dirijo a mi estudio seguido de mi hermana, se que esta molesta conmigo y tiene razón para estarlo, lo que le dije fue muy bajo, yo se que algo debe de estar pasando para que Aisha no le conteste o no hable con ella, pero la única opción que no pasa por mi cabeza es que este enojada porque no tendría porque, ella se metió en el problema sola y tiene que responsabilizarse, es lo que hacemos todos los lideres, claro que nos apoyamos en ciertos casos, pero principalmente lo resolvemos solos.
Me siento en mi silla y le hago una seña con la mano a mi hermana para que tome asiento delante mío, cuando lo hace mis manos comienzan a sudar, nunca me e disculpado verdaderamente y de corazón, pero esta vez quiero hacerlo.
— Quiero pedirte una disculpa Zoa — le digo.
— ¿Por qué? — pregunta como buena mujer poniéndome a prueba para saber si se lo que hice mal.
— Por mis palabras hirientes de ayer, además de por todo lo que nunca note, no he sido un buen hermano para ti, no he sido un buen amigo ni tampoco un buen Boss, pero mejorare, te lo prometo — lo que le digo es con sinceridad.
Mi hermana se queda calla y sin decir nada se levanta caminando en dirección mía, al quedar frente a mi yo me levanto y ella envuelve sus brazos por mi cintura y se suelta a llorar como nunca la había visto.
— No pensé que te fueras a poner tan emotiva por mi disculpa — trato de bromear, pero le regreso el abrazo.
— Es que ella no quiere hablar conmigo, Yakov es un idiota y el único bueno conmigo es Arsen — sigue llorando y no pierdo el hecho de que dice que Arsen es bueno con ella y eso lo sé, siempre lo ha sido. Yo nunca he sido bueno para consolar, pero creo que mi cambio empieza desde ya.
