Capitulo 7

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Aisha

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Aisha

Siento unas manos que recorren mi cuerpo, me tocan, yo no lo quiero, solo quiero que me dejen tranquila, quiero volver al ejército, no quiero estar de vacaciones, siempre es lo mismo cuando vuelvo a lo que la gente llama "hogar", yo más bien pienso que es un infierno personal.

La persona que me toca coloca su mano en uno de mis muslos interno y yo cierro las piernas, pero él las vuelve a abrir, ruego porque esto sea un sueño, un horrible sueño más, pero por más que me pellizco no despierto y caigo en cuanta de que está ocurriendo de nuevo, el volverá a tocarme sin que yo quiera, no me gusta, siempre duele lo que sigue a que me toque, la persona me jala de un tobillo acercándome más y cuando estoy lo suficientemente cerca se coloca sobre mí y lo siento entrar, es algo asqueroso y repulsivo.

Tantas veces que he pasado por esto que ya no es tan malo como las primeras veces, solo no me muevo y dejo que haga lo quiere, mientras menos me mueva menos me tenso y menos duele, mínimo hablando del dolor físico, hablando del dolor psicológico ese se mantiene conmigo, pero intento que no me supere, no dejare que eso me domine.

El sigue y sigue con cada empujón duele más, es brusco, es tosco y hace que duela, parece que no está de buen humor y se desquita conmigo. Lo odio y cuando empieza a ser más rudo me agarra de la cintura tan fuerte casi clavando sus uñas que sé que tendré marcas, las odio, hacen que me sienta sucia, empieza a doler demasiado, y no puedo evitar comenzar a llorar y pedir que pare, no lo hace y sigue para empezar a morder mi cuello, mientras yo solo ruego que se detenga.

Despierto alterada, me incorporo en la cama, tenía tiempo que no soñaba con esos recuerdos, pero supongo que lo que ocurrió ayer con Dimitri me lo recordó.

Ayer cuando me ahorcaba sentí como si Massimo lo hiciera, como lo hizo en aquella vez que me golpeo tanto que termine en el hospital, estaba en shock, inmóvil sin poder reaccionar a lo que estaba pasando, revivir mis traumas me dolió, los instantes antes de cerrar mis ojos vi los de él y note que no era más el niño gentil que jugaba conmigo en la fuente, era un hombre peligroso que no me ayudaría.

Intento estabilizarme de los recuerdos, pero todos parecen llegar como olas, uno tras otro.

Massimo Masseria una maldita escoria, anterior líder de la mafia Italiana, ex esposo de mi madre, un maldito monstruo al igual que ella, un desgraciado que me violaba y no usaba condón para que yo quedara embarazada de él y que así su hijo fuera el heredero de la mafia, aunque eso significara que fuera mi hijo, pero sin mí no tendría un heredero al puesto, ya que la corona de la mafia la tenía mi madre y él la mando desaparecer, entonces la corona seria mía y él quería el poder, quería mi maldito apellido en su heredero.

Yo resulte no ser hija suya, sino más bien del Boss anterior a Vladimir Sigarev, yo soy hija de Lev Vulcrov, el Boss más sanguinario y peligroso que ha existido en toda la historia de la Bratva, resulta ser que mi madre se enamoró del él, del líder de la mafia contaría, muy cliché podría decir.

Sádica y trastornadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora