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— Estuve con XiaoJun— dijo Hendery con simpleza.

— Ya era hora de que tuvieras relaciones, Dery.

El castaño frunció el ceño, mirando a Mark de mala manera.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Que eras tan virgen que te decían María.

Hendery golpeó el brazo de su amigo, aunque sólo logró que Mark riera.

— ¿Y tú qué sabes si no tuve relaciones con alguien más antes?

— Te conozco desde que tienes catorce, Hendery, y a menos que hayas tenido una antes de que seamos amigos... Lo hubiera sabido.

Hendery no tuvo nada más para decir, así que volvió su vista al yogurt de pote en sus manos, aún por la mitad, revolviendo el contenido con la cuchara.

Estaban en un descanso antes de ir a clases de escenografía, en caso de Dery, y de su taller de composición, en caso de Mark, y sólo quedaba que el castaño terminara su aperitivo.

— ¿Qué tal lo pasaron? — preguntó Mark.

Hendery sonrió un poco, aunque intentaba disimular su alegría.

— Aún me duelen las piernas— dijo, haciendo reír a su amigo—. Pero estuvo... Bien, sí, muy bien— rió con algo de nervios—. Y... ¿Tú con Haechanie?

Mark se encogió de hombros.

— No realmente— dijo, por lo bajo—. No tuvimos ese tipo de relaciones... Haechan no se siente listo, respeto eso, así que no lo hicimos.

Hendery asintió.

— Aunque él necesita más un apoyo moral— continuó Mark—, amoroso, ya sabes, más de cariño... Que alguien para follar. Quiero ser el tipo de persona que él necesita.

Hendery no respondió, ante el silencio, Mark se giró hacia él, para ver su expresión, el chico sonreía tan ampliamente que parecía que en cualquier momento estallaría en risas.

— ¡Qué frase, Mark Lee! — Hendery comenzó a reír y a aplaudir, haciendo que Mark se ruborizara por hacer semejante escena—. Te quejas de que me afectó el teatro, pero tú con tus composiciones ya te pegaron las palabras bonitas.

Mark lo golpeó un par de veces para que dejara de hablar, hasta que el castaño tomó sus muñecas para que se detuviera.

— Ya, ya, pareces un gatito enojado que araña— dijo Dery, aún con una sonrisa.

— Te voy a arañar la cara.

— Gatito malo— se burló, soltandolo.

Mark acomodó su ropa con el ceño fruncido.

— Bien, Mark, lo siento— dijo el castaño, notando lo malhumorado que se había puesto el chico—. Está bien, hablando en serio... Cada uno tiene su tiempo, y creo que lo que dices es muy lindo.

Mark volvió a ruborizarse, y Hendery intentó pellizcar sus mejillas, sólo para lograr que el rubio lo apartará bruscamente y lo mandara a la mierda.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora