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Haechan salió del ensayo de baile con una gran sonrisa, y es que había recibido la mejor noticia en mucho tiempo.              

Su profesor de danza le había dado un solo en la muestra de fin de año.                

No cabía de la felicidad, la canción que le habían dado era hermosa, el profesor le había explicado cómo sería la coreografía y le parecía un lindo reto.               

Le costaría varias clases aprenderla perfectamente, pero le encantaba, ya lo amaba.            

Desde la puerta de la escuela vió el auto de su madre, estacionado en la vereda frente a la institución, y apresuró el paso para llevar hasta allí.               

Tomaba clases extracurriculares de baile, así que terminaba dos horas después del horario normal, terminaba sólo entre su grupo de amigos y la señora Lee lo iba a buscar.             

— ¿A qué se debe esa linda sonrisa? — preguntó su madre, encantada por la expresión de su hijo.               

— Me di-eron un so-lo— respondió el castaño, aplaudiendo ligeramente.             

— ¡Qué lindo! — lo felicitó la mujer, y comenzó hablar con emoción de la muestra de fin de año, orgullosa de su pequeño.              

Llegaron a casa a los pocos minutos, y Haechan corrió hacia el interior de esta, buscando a Mark, su mirada voló por la sala de estar, aunque estaba vacía, subió las escaleras un poco demasiado rápido, ya que tropezó en un escalón aunque eso no lo detuvo en el camino a su cuarto, pero su novio no estaba allí.             

Frunció el ceño, dejando la mochila en su cuarto antes de bajar de nuevo, llendo hacia la cocina, donde escuchaba a su madre buscar las cosas necesarias para hacer la cena.             

— ¿Y... Mark? — preguntó.             

La mujer lo vió por sobre su hombro, preguntando con la mirada si hablaba en serio.             

— ¿No te acuerdas, Haechanie? Ayer lo llamaron del hotel, que lo habían aceptado para el trabajo... Bien, que en realidad tiene una semana de prueba— dijo—. Lo dijo durante la cena.             

Haechan frunció el ceño, extrañado, no recordaba haber escuchado eso.             

— Está trabajando ahora mismo, regresará bastante tarde— continuó la mujer—. No le permiten usar el celular, pero si le mandas un mensaje quizás encuentre tiempo para responderte, ¿Quieres decirle algo importante?             

Haechan bajó la vista, negó, sin decir nada más, se volteó para ir hacia su cuarto.                  

Se podría decir que el resto de la tarde, sólo perdió el tiempo.                

Desde hacía mucho que no se sentía tan solo, ya no podía ni imaginar cómo pasaba las tardes antes de que Mark viviera con él, pero se aburrió durante horas.                  

Pasó más tiempo del necesario en la ducha, adelantó tarea de unas cuantas materias, cenó con pocas ganas y fue a la cama para mirar la oscuridad sin ganas.             

Le costó horrores sentir el sueño pesar en sus párpados, y no podía encontrar una posición cómoda, acostumbrado a dormir acoplado al cuerpo de Mark.               

Abrazó la almohada que su novio usaba para dormir, aspirando el olor de esta, el olor de Mark, aunque destacaba más el aroma a frutas del shampoo, sentía a su novio en esta.                

Sonrió un poco, sintiéndose más relajado.              

A las once de la noche pudo dormirse, Mark todavía no había vuelto.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora