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-Esa mujer está loca. - dijo Margarie, la pelinegra estaba furiosa.

Ahora estaban en la casa de los Han, sentados en el sofá, con Mark y Haechan acomodados con el menor sobre el regazo del pelirrojo.

La chica caminaba con nerviosismo y sus mejillas estaban rojas de la furia.

-Creo que va a explotar. - dijo Jungwoo.

-Cuando encerró a Mark, me pidió que la perdonara y no haga ninguna denuncia. - murmuró Margarie. - Y lo hice sólo porque es mi madre, pero sigue igual de desquiciada. - la chica se frotó el rostro con fastidio.

La puerta de la casa se abrió y una furiosa señora Lee arrojó su bolso en el perchero, la mirada de los cuatro presentes se enfocaron en ella, la mujer se acercó a su hijo y tomó sus mejillas para dejar un beso en su frente de forma maternal, hizo lo mismo con Mark, y pareció muchísimo más calmada luego de ese gesto.

-Ya está la orden de alejamiento en pie, amores. - dijo, acariciando sus cabellos. - No podrá acercarse a quinientos metros de ustedes.

>> Vivan en paz, queridos.

Haechan asintió, estiró sus brazos hacia su madre y la abrazó dándole las gracias al oído.

-Mark. - llamó la chica. - Si se llega a acercar, me llamas. Llevo mi porra y Jungwoo el taser.

-¡Margarie!- Jungwoo estaba sorprendido, e indignado de que lo involucrara en eso. - Es tu madre-

-Y también una psicópata, Jungwoo. - la pelinegra abrió sus brazos, como si fuera obvio.

-Querida. - la señora Lee tomó a la joven por los hombros, le dedicó una sonrisa tranquila. - No te estreses, afectas al niño, ven siéntate... - la llevó hasta un espacio en el sofá. - Te haré un té, ¿quieres?

-Café por favor.

-No puedes tomar café estando embarazada, tonta. - dijo Jungwoo.

Margarie suspiró.

-No me deja comer nada. - se quejó, mirando su vientre. - Y tampoco puedo golpear a nadie.

Sintió una mano en su hombro, se volteó para ver a Haechan.

-Está bien. - dijo, frotando un poco su hombro, intentando calmarla sonrió mínimamente.

La pelinegra lo miró un segundo y sonrió cuando el castaño lo hizo.

Haechan estaba bien, como si nada hubiera ocurrido.

Margarie suspiró, sintió a Jungwoo acercarse, su novio se sentó sobre sus piernas haciendo que la chica tuviera una mueca en su rostro de molestia por tener tanto peso encima, pero terminó cediendo cuando el muchacho comenzó a dejar mimos en su cabello y sonreía de forma espléndida, haciéndola sentir mejor.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora