56

165 25 4
                                    

Haechan jugaba inquieto con sus dedos, mirando a todos lados del blanco pasillo, esperando que Mark, o su madre, aparecieron por él, sintiendo agobio entre toda la blancura y el horrible olor a alcohol que hacía su nariz picar.

— ¡Haechanieeee! — canturreó Mark, el pelirrojo corrió un poco hacia él con una sonrisa, había podido notar los ojitos de cachorro perdido desde lejos.

Abrió sus brazos y Haechan no dudó en acomodarse en el abrazo, sonriendo al sentir la calidez de su novio.

— Todo está bien, amor— murmuró el pelirrojo—. ¿Vamos a la sala de espera?

Haechan sólo asintió, caminaron a la par, con Mark rodeando los hombros del castaño con un brazo, hasta llegar a la dicha sala, una parte más relajada, cálida y un poco más humana comparada al resto del hospital.

— Estás muy callado, Haechan— dijo Mark, en cuando se sentaron algo apartados de las otras personas de la habitación.

El tono de su novio había sido suave, pero ambos sabían que había sido más una exigencia.

N-No quiero hablar— murmuró el castaño, mirando a Mark, esperando que comprendiera.

Mark apretó sus labios en una mueca, tomó las manos de Haechan, acunándolas entre las suyas.

— Sabes que estoy aquí para ti, siempre— dijo—. Y no es que quiera que me cuentes qué piensas sólo para exigirlo.... Te noto mal, Haechan, y si hablas conmigo quizás te alivie.

Haechan mordió su labio inferior, bajó su mirada hacia sus manos, abarcadas completamente entre las de Mark.

No qui-ero que su-fran— murmuró el castaño—, no qui-ero que llo-res, no qui-ero que les du-ela.

Haechan sorbió un poco su nariz, aguantando las lágrimas.

No qui-ero morir— admitió.

Mark no tenía palabras, sintió sus palabras abandonarlo, sólo atinó a abrazar a Haechan, dejando que algunas lágrimas corrieran por sus mejillas.

— No vas a morir, Haechan— dijo, su voz era segura.

L-La pa-san mal p-por mi cul-pa— balbuceó Haechan, entre llanto.

— Haechan, eres la persona que más felicidad me trajo en toda mi vida— dijo el pelirrojo—, y... Sí la paso mal cuando te veo mal, pero no se compara a toda la alegría que me da tenerte.

>> Así que no pienses en que nos haces sentir terribles, porque eres la persona más linda que pude conocer, y nunca dejes de serlo.

>> Y no vas a morir, porque nadie va a dejar que eso pase, ni yo, ni tu madre, ni los doctores... Sólo hay que pelear un tiempo, ¿Bien? Tú puedes pelear, Haechanie, lo sabes.

Haechan no respondió, se apartó para secar sus mejillas con la manga de su abrigo.

Te a-mo, Mark— murmuró, con una pequeña sonrisa.

Mark había logrado calmarlo, quizás no reconfortarlo del todo, menos haberlo convencido, pero entendía con todo su corazón que su novio nunca se rendiría con él.

— Te amo más— respondió.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora