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Alerta: lemon hasta el capitulo 40.

Si no es de tu agrado este contenido, te invito a pasar directamente al capítulo 41.


Las manos de Mark se deslizaron debajo de la remera de Haechan, el castaño tembló un poco por el frío tacto de estas sobre su piel, pero no lo apartó.

Con el torso del chico al descubierto, Mark comenzó a besar, primero con cariño, luego dejando marcas rojizas, hasta llegar a los sensibles pezones de Haechan, que lamió y succionó, sosteniendo al chico por la cintura, sintiéndolo temblar, mientras los suspiros se convertían en jadeos de placer.

Haechan tomó la remera de Mark, apretándola entre sus manitos, el pelirrojo se separó de él para quitársela, quedando ambos iguales, atrajo al menor hacia él, presionando sus cuerpos, mientras lo besaba de nuevo, enganchaba sus pulgares debajo de los pantalones y la ropa interior del castaño, deteniéndose un momento, como si pidiera permiso.

Notó a Haechan detener el movimiento de sus labios un segundo, antes de asentir, dejando que Mark terminara de desnudarlo completamente.

Girando a ambos, dejó a Haechan acostado sobre las sábanas, conforme su boca bajaba por el torso del castaño, lamiendo y besando su piel, con sus manos acariciando sus muslos, notando el miembro del chico, que comenzaba a elevarse.

Mark se apartó un momento para quitar la ropa de su parte inferior, no sin antes tomar el tarro de vaselina del regalo de Dery, que había puesto en su bolsillo antes de subir, dejándolo sobre la mesa de luz.

Regresó a la cama, para colocarse sobre Haechan, gateó un poco para llegar hacia su rostro, sonreír, y luego volver a besarlo con intensidad, recorriendo la boca del otro con la lengua.

Bajó sus caderas para friccionar su miembro contra el del menor, sacando un jadeo de ambos, endureciendolos aún más, fue a besar de nuevo el cuello de Haechan escuchando los sonidos que salían de sus esponjosos labios con cada roce, fue aumentando la velocidad.

- Lee- llamó Haechan, agitado, si el chico seguía así acabaría antes de que pudieran avanzar más-. Den-tro- masculló, con algo de dificultad por las sensaciones que recorrían su cuerpo.

-¿Ya quieres que entre, lindo? - preguntó el pelirrojo, sólo para ver al castaño asentir, con necesidad-. Lo que mi bebé deseé.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora