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— ¡Mooooooon Taeiiiiiiil!

El mayor rodó los ojos al escuchar la voz de Hendery.

Había salido de una relajante ducha y apenas se había cambiado, no están de humor para que el chico comenzara a-

Frunció el ceño de golpe.

¿Qué hacía Hendery en su casa?

Salió del cuarto apresuradamente, encontrándose al pelirosa en el pasillo.

— ¿Qué haces aquí, Hendery? ¿Quién te dejó entrar? ¡Largo de mí casa! — habló mientras lo empujaba, haciéndolo retroceder hacia la sala, sin dejar que el chico hablara.

Se detuvo cuando en la sala vió a XiaoJun, quién hablaba de algo importante con Taeyong, pues el moreno estaba escuchando atentamente sus palabras, totalmente serio.

— ¿Tae? ¿Tú los dejaste entrar? — preguntó el mayor—. Me voy a bañar por veinte minutos y ya dejas que-

— ¡Escúchame! — lo interrumpió Hendery, ya le estaba molestando todo ese trato—. Está bien que quieras tu casa sola y sin nosotros para follar con ese tipo— señaló a Taeyong, quién abrió muy grande los ojos con esa declaración—. Pero lo que pasó es en serio importante y te necesitamos.

Las mejillas de Taeil estaban totalmente rojas por esas palabras.

Ese chico no tenía filtro.

Suspiró y controló el enojo que cargaba.

Ese día había arreglado específicamente para pasarlo con Taeyong, y estaba realmente molesto porque lo interrumpieran, todavía no habían empezado.

— Hace dos días, Mark me mandó un mensaje de que estaban en el hospital, con Haechan— comenzó—. Le pregunté qué había pasado pero no me contestó ninguna pregunta. Su último mensaje fue que no irían a la escuela durante unos días.

>> No contesta mis llamadas y tampoco las de XiaoJun, ni siquiera lee los mensajes.

>> No sabemos si pasó algo malo o sólo están enojados con nosotros.

Taeil frunció el ceño.

— ¿Por qué estarían enojados con ustedes? — preguntó— ¿Qué hicieron?

— ¡Nada! — dijeron ambos jóvenes.

El mayor pasó la mirada de uno a otro.

— ¿Probaron con ir a su casa? — preguntó.

Hendery asintió.

— Ayer fuí yo mismo, pero el auto lo estaba, no había nadie— dijo.

El pelinegro comenzaba a preocuparse en serio.

— Déjame ver los mensajes— pidió, extendiendo su mano, el pelirosa le entregó su celular, y el mayor se tomó un minuto para revisar la conversación.

— Pensamos que como no responde a nuestras llamadas, podría responderte a ti— murmuró XiaoJun, Taeil le devolvió el celular a Dery, mientras sacaba el suyo con la mano opuesta.

— Creo que tampoco tendrán resultados— murmuró Taeyong, se ganó la atención de los otros tres—. Digo, creo que se lo ven venir, tampoco responderán.

Hendery suspiró con fastidio.

— Par de idiotas— murmuró.

— No insultes— lo cayó Taeil—. Fácil, llamaré a alguien que sé que va a responder— añadió, con un pequeña sonrisa victoriosa, mientras buscaba el contacto en su celular, al encontrarlo presionó la pantalla y espero unos segundos hasta que contestara—. ¡Señora Lee! ¿Cómo está? — saludó en tono amable, su sonrisa seguía allí—. No, no, no ocurrió nada, pero sólo queríamos preguntar por Mark y por Haechanie.

La señora Lee habló por largos segundos, y lentamente la sonrisa de Taeil se fue borrando.

— ¿Qué? — casi susurró el mayor—. Sí, sí, por favor— Taeil separó el celular de su oído para hablarle a los presentes—. Me pasará con Haechan— anunció y volvió a acomodar el aparato junto a su rostro—. ¡Haechanie! Soy Taeil, ¿Cómo-?... ¿Hola?

Escucharon un murmullo del celular, pero la llamada se cortó a los pocos segundos.

Taeil miró extrañado el aparato.

— ¿Qué pasó? ¿Qué dijo?

— La señora Lee dijo que tuvieron que viajar a Busán a último momento— dijo el pelinegro—. Y dijo que Haechanie estaba enfermo, pero que debía contarlo él... Pero no entendí muy bien el qué.

Los otros tres acallaron, tampoco estaban entendido mucho.

— ¿Se fueron de viaje? — dijo Dery— ¿De luna de miel? ¿Por... Cuarta vez? ¿No podían decirlo? No es difícil— se quejaba, seguía enojado.

XiaoJun negó.

— No creo que se sólo eso— dijo —. Digo, hospitales, ir hasta Busán... Y que Haechanie esté enfermo, no debe ser un resfriado o algo así.

— ¿Qué te hace pensar eso? — preguntó Taeyong.

— Haechanie ya estaba tomando medicamentos desde antes— habló XiaoJun—. No nos dijo qué era, pero no parecía enfermo... Del tipo resfriado, debían ser para algo más... Interno, ¿No? — intentó explicarse, miró a los otros, esperando que dijeran algo—. Cuando a mí tío le detectaron cáncer, tomaba medicamentos diarios, y no parecía enfermo— contó—. ¿No puede ser algo así?

La sala cayó en silencio, como si al decir cualquier cosa algo como aquello podría resultar real.

Haechan con una enfermedad tan terrible como un cáncer no era algo de lo que querían opinar.

— Llamaremos dentro de un rato a la señora Lee de nuevo— anunció Taeil—. No hablaremos con ellos, para que nos dejen sin respuesta no vale la pena.

Los tres asintieron.

— Y... Si resulta que Haechanie está enfermo y no nos quiere decir— aventuró Hendery—. Digo, él es muy cerrado y... Quizás hasta a mí me costaría hablarlo con otros si tengo un cáncer, por poner un ejempo— aclaró.

— De ser así, yo mismo los llevaré a Busán— dijo Taeil—. No puede estar sólo, es cuando más necesita nuestro apoyo.

>>Por si acaso, preparen su equipaje.

LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora