LOUD «𝐌𝐚𝐫𝐤𝐇𝐲𝐮𝐜𝐤»²

21

En el comedor se acomodaron al menos diez invitados, la mayoría gente mayor de cuarenta, que Mark asumió como tíos, otros parecían más mayores.     
    
El rubio saludó con educación a todos los presentes, y salvo un chico joven, demasiado alto para su gusto, que fue el único en pararse para saludarlo con un abrazo muy confiado, y que comenzó a hablar con Haechan, con una gran sonrisa, luego de saludarlo de la misma manera; él fue el único en hablarle.      
      
—¡Haechanie! Me dijo mamá que recuperaste tu voz.
          
Haechan asintió con una sonrisa tímida.

—Pero dí algo— el chico rió por eso.

Haechan frunció un poco los labios, sin saber qué decir, encogiéndose de hombros, habló bajo.  

— ¿Algo?
 
— Awww~ Es adorable, como imaginaba— el chico fue a apretar sus mejillas pero Haechan se apartó—. ¿Con tu novio eres así de arisco? 

— La verdad que sí— se metió Mark en la conversación, un poco molesto de que aquel desconocido le estuviera hablando de tan cerca a su novio.

El chico lo miró de arriba a abajo, asintió con una pequeña sonrisa. 
        
— Tienes buen gusto, primo— dijo.

— ¿Primo? — repitió Mark, sintiéndose estúpido.        
Haechan rió un poco, señaló al chico alto frente a ambos.
   
— Quian Kun— dijo el pelinegro—. Hi-jo de Loon.                  
Mark no se lo esperaba, aquel chico no se parecía en nada a la tía Loon.    
          
— Niños, ¿Se sientan? — la susodicha habló en tono brusco, evidentemente estresada por la cena, los tres obedecieron sin quejarse.    
     
La mesa cayó en un incómodo silencio rápidamente, que sólo creció cuando la comida llegó.  
         
Mark sentía las miradas sobre él, evidentemente incómodo, se inclinó un poco más hacia Haechan como para protegerse, aunque el pelinegro parecía estar igual que él.   
      
— Y, ¿Cómo le va a Haechan con su problema? — habló una mujer, de al menos sesenta años, sentada en una punta de la mesa, mirando a la señora Lee. 
     
— ¿Qué problema? — preguntó la madre.
            
— Ya sabe, de su habla— respondió la señora.    
Su madre se giró hacia su hijo con una sonrisa orgullosa. 
       
— Haechanie, ¿Quieres responderle a tu tía?   
Haechan quería irse, que la tierra se lo tragara o algo, se encogió un poco en su asiento.

Mark apoyó su mano sobre la de él, en señal de apoyo.

El gesto no pasó desapercibido por los presentes.

— E-Est-toy b-bien— murmuró el chico, bajo, haciendo que el silencio volviera unos segundos.

— Bien— dijo, la misma señora, tomando de nuevo sus cubiertos para cortar algo de carne en su plato—. Al menos habla— murmuró.

Mark tuvo ganas de levantarse a golpearla, pero permaneció sentado.

— ¿Y quién es tu amigo, Haechan? — preguntó otra mujer, estaba más conservada que las demás pero se notaba su esfuerzo.     
  
La señora Lee rió por lo de "Amigo".      
   
— Soy Mark Lee— Dijo el rubio, sin darle tiempo a Haechan de hablar, a pesar de que ya había abierto la boca—, y soy su novio.  
 
La mesa volvió a caer de nuevo en silencio, los presentes parecieron confundidos con la parte de "Novio".    
     
Un pesado suspiro hizo que Mark mirara un momento a un señor, sentado frente a él. 
  
— Cómo cambian las cosas— lo escuchó murmurar.
   
— Son los jóvenes de ahora— dijo la primera señora, Mark la miró mal.

— Por supuesto— escuchó decir a Kun—. La homosexualidad es una moda de los tiempos modernos, la heterosexualidad es de cavernícolas— añadió. 

"Como ustedes" quiso agregar Mark, pero calló, intentando disimular su sonrisa. 
    
Escuchó a la tía Loon reír.

El chico se ganó unas cuantas miradas, aunque su comentario sirvió para matar la conversación.

Haechan se sentía agradecido, prefería un silencio incómodo antes que una charla aún más incómoda.